La más reciente pelea entre Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez, llamó poderosamente la atención de los aficionados al box. El fililpino ha agarrado parejo a todos los mexicanos que enfrenta y se tenía la esperanza de que el mexicano por fin lograra ganarle. Para los observadores, efectivamente ganó Márquez, pero al final de cuentas los árbitros le dieron el gane a Pacquiao. Para la gran mayoría, fue un fraude. Un robo a vistas.
Para nadie pasó desapercibido, que el mexicano portaba en la parte frontal de su calconcillo deportivo, el logo del PRI. Millones de mexicanos vieron la pelea, indudablemente. La mayoría resultaron decepcionados con el resultado. Pero seguramente nadie imaginó que el logotipo partidista, que portaba el boxeador, serviría para “legitimar” otras derrotas.
Esta semana, la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que es el arbitro en materia electoral, emulando a los árbitros mañosos que dieron el triunfo a Pacquiao, pese a que todo mundo vió que había ganado Márquez, utilizaron el hecho de que este último haya portado el logotipo priísta y que la pelea haya sido proyectada a nivel nacional un día antes de los comicios estatales de Michoacán, como una violación electoral, tan grave, que decidieron declarar nulos los comicios de Morelia.
Bueno, también le agregaron otra presunta violación, consistente en el hecho de que en videograbación del cierre de campaña del candidato priísta a Gobernador, Fausto Vallejo, proyectada en televisión cerrada, o sea por cable, el candidato priísta a Alcalde de Morelia, apareció durante aproximádamente 5 minutos, de un total de casi una hora de proyección.
¿Realmente, el logotipo priísta en el calconcillo deportivo de Juan Manuel Márquez, fue decisivo o influyó para que el candidato del PRI a Alcalde de Morelia, ganara en los comicios ?, ¿La aparición del candidato priísta, en la videograbación del acto de cierre de campaña del candidato a Gobernador, tuvo un efecto electoral, como para anular los comicios ?
Esto es una burla, no tanto en perjuicio de los partidos políticos o de sus candidatos, sino de los electores en general. Los candidatos perdedores y sus partidos, en este caso el PRD que había venido manejando a Michoacán durante los últimos años, y el PAN, con su candidata, Luisa María Calderón, hermana de quien ustedes ya saben, aún no pueden digerir la derrota.
Lo que no pudieron lograr en las urnas, ahora pretenden lograrlo por la vía de la marrullería, del chanchulo, de las argucias legaloides, en contubernio con los árbitros mañosos. A tal grado llegan, en su audacia y desverguenza , que habiendo logrado la anulación de los comicios de Morelia, ahora pretenden que también sean anuladas las elecciones de todo Michoacán. El interés de los electores, les vale gorro, obviamente.
Ya lo dijo Juan Molinar Horcasitas, Secretario de Acción de Gobierno del CEN del PAN, que están en espera de que el tribunal Electoral anule los comicios de Michoacán, por lo del logo priísta en el calconcillo de Juan Manuel Márquez. Sueñan, los panistas, con que su triquiñuela burda y tramposa, les de resultados. Postura semejante ha asumido Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, quien dijo que los comicios de todo Michoacán, deben anularse, porque bajo su óptica de perdedores, tanto el PAN como el PRI recibieron apoyos externos.
Un proyecto de sentencia, que, luego del escándalo de su revelación, fue cancelada y modificada, la Suprema Corte de Justicia había establecido que Molinar Horcasitas, siendo director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, era co-responsable del caso de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora. Entonces, con apoyo del Presidente Calderón, se escabulló y se refugió en el cargo partidista que ahora ostenta. Es marrullero, pues.
Al final, los perredistas también sueñan con la anulación de los comicios de todo Michoacán, lo que les daría la oportunidad de volver a contender para tratar de conservar la gubernatura estatal, pero el dirigente Zambrano amplió el panorama de las sospechas y de las presunta ilegalidades electorales. Dijo, por ejemplo, que la candidata del PAN, Luisa María Calderón, durante toda la elección, tuvo intervención “grosera” a su favor, por parte del Presidente Felipe Calderón, aseverando que canalizó recursos en su apoyo. En el caso de los priístas, dijo que tuvieron el apoyo del crimen organizado.
Panistas y priístas muestran claramente que son pésimos perdedores. El mismo día de los comicios, los tres candidatos a la gubernatura, del PRI, PAN y PRD, se proclamaron vencedores y nadie impugnó los resultados que presumiblemente les favorecían. Cuando pasó la algarabía y el triunfo se les hizo de humo, empezaron a fabricar argumentos, para llamarse engañados y víctimas del proceso.
Los panistas pensaban, que aprovechando el hartazgo y la desconfianza popular en los gobiernos perredistas, con el apoyo del Presidente Calderón, al postular como candidata a la gubernatura estatal a la hermana de este, pues tendrían el triunfo seguro. Los perredistas, por su parte, se niegan a creer que los michoacanos ya no quieren saber nada de ellos, pues durante las administraciones perredistas, no los sacaron de ningún apuro.
Se presta la ocasión, porque los resultados de los comicios michoacanos, fueron muy apretados. El priísta, Fausto Vallejo, obtuvo el 33.39 de la votación, la panista, Luisa Maria Calderón, el 32.67 % y el candidato perredista, cuyo nombre nadie recuerda, apenas logró un 28.88 %. Sin embargo, el PRI fue el gran triunfador, al obtener la gubernatura, 7 alcaldías con candidato propio y 44 con candidato común y 11 de las 24 diputaciones.
Anular ahora comicios, por un logo partidista en un calzón deportivo, es algo que solo son capaces de hacer los arbitros mañosos. Igual que los que le dieron el triunfo a Pacquiao, sobre Márquez. No cabe duda, que la política es sucia. Esto es una muestra de lo que podría pasar en las elecciones del 2012, con los mismos actores políticos.
gil_lavenants@hotmail.com
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