El grupo de hacktivistas Anonymous repartió un millón de euros (un millon 305 mil dólares) entre distintos organismos de beneficencia, tras haber cometido su último “golpe” el fin de semana.
Los hackers robaron una lista secreta de clientes del instituto privado de seguridad estadunidense Stratfor y otra información confidencial como correos electrónicos y datos de tarjetas de crédito, mediante los cuales efectuaron la sustracción.
Entre los clientes de Stratfor se incluyen organismos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y compañías como American Express, Goldman Sachs y Morgan Stanley, entre otras mucha.
Anonymous anunció que dicha lista “no será privada ni secreta nunca más”.
La banda de hacktivistas había anunciado a fines de noviembre la realización de la Operación Robin Hood que consistía en diferentes ataques a bancos e instituciones financieras para el retiro de fondos y envío a cuentas de instituciones de beneficencia.
“Como resultado de este incidente, la operación de los servidores y correos electrónicos de Stratfor han sido suspendidos”, señaló ayer la empresa con sede en Texas.
Desde Anonymous se señaló que habían obtenido datos de cerca de cuatro mil cuentas de tarjetas de crédito, contraseñas y direcciones físicas desde la lista de clientes privados de Stratfor.
La información fue publicada en el sitio Pastebin, uno de los preferidos de las comunidades hackers.
El grupo de piratas informáticos suma así otro ataque a su vasta arremetida contra sitios web de organismos públicos, de seguridad, gubernamentales y empresas privadas, en “su cruzada”.
Stratfor, que se describe a sí mismo como proveedor de inteligencia estratégica para temas de negocios, económicos, de seguridad y geopolíticos, dijo que estaba “trabajando de cerca con entidades policiales en su investigación y los ayudaremos con la identificación del individuo(s) responsables”.
Según explicaron en un comunicado Anonymous y Teampoison, su operación se trata de devolver el dinero a quienes son castigados por el sistema.
Los hacktivistas explican que donarán 99 por ciento del botín que obtengan a organizaciones benéficas en una campaña que califican de “reembolso” del dinero.
“Cuando los pobres roban, argumentan, se considera violencia. Cuando los bancos nos roban, a eso se le llama negocio”, aseguraron los de Anonymous en un comunicado.
En el comunicado dado a conocer precisan que los clientes de los bancos no han de ser las víctimas de su acción, porque las entidades financieras estarán obligadas a devolver el dinero de las tarjetas de crédito comprometidas.
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