Por Gilberto Lavenant
El viernes 7 de octubre del año en curso, se dió la voz de arranque del proceso electoral para la sucesión presidencial del 2012. Esto no significa que a partir de ese día, los aspirantes presidenciales ya podrían iniciar sus labores proselitistas. No, solo que empieza a caminar o a operar la maquinaria electoral. Los partidos políticos, ni siquiera tienen definidos a sus “mejores hombres”, o mujeres, pues en el caso del PAN anda por ahí una “chica de falda”.
Esto se dá, porque el órgano electoral, o sea el Instituto Federal Electoral, en ese día aprueba el calendario electoral, al que se deberán ajustar todos los partidos y sus respectivos precandidatos y, en su tiempo, sus candidatos.
Antes de citar los tiempos previstos para ello, vale la pena observar las posiciones, en cuanto a preferencias electorales de los asprantes presidenciales, ya harto conocidos, según la empresa encuestadora, Consulta Mitofsky. El sondeo más reciente, en cuanto a preferencias electorales, ubica al priísta Enrique Peña Nieto con un 47 %, y en segundo lugar, con apenas un 17 %, se dá un empate entre el izquierdista Andrés Manuel López Obrador y la panista Josefina Vázquez Mota. Se presume que la contienda formal será entre estos tres : dos gallos y una gallina.
Pero como se barajan más nombres, en el panorama político nacional, al preguntar a los encuestados, que en caso de que las elecciones federales fuesen al momento de la encuesta, ¿ quien cree que sería electo Presidente de la República? Las respuestas dieron los siguientes resultados : Enrique Peña Nieto, 33 %, Andrés Manuel López Obrador, 10 %, Josefina Vázquez Mota, 5 %, Santiago Creel, 4 %, Marcelo Ebrard, 3 % y Manlio Fabio Beltrones 2 %. El panorama está más que claro.
Lo que ocurre es que estando ya listo el calendario electoral, los partidos políticos aún no están listos. Incluso las encuestas arrojan resultados un tanto contradictorios, que alimentan las especulaciones. Por ejemplo, al interior del PRD, el más fuerte de los partidos de izquierda, las preferencias electorales favorecen a Andrés Manuel López Obrador con 71%, contra un 18 % de Marcelo Ebrard. Al exterior, la pugna entre ambos, favorece ligeramente a Ebrard con un 32 %, frente a un 28 % de Andrés Manuel.
En el Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, lleva la preferencia, con un 44 %, en tanto que Santiago Creel cada día se va rezagando, con un 34 % y el llamado “candidato oficial”, Ernesto Cordero, nada más no logra despegar del suelo, pues obtiene apenas un 9 %. Pero él afirma que despegará y que al final será el elegido y que le ganará a Peña Nieto. Bueno, ya se sabe que Cordero no solamente es ingenuo, sino además fantasioso. Recuerden que aseveró que con 6 mil pesos al mes, un mexicano puede adquirir, a crédito, casa, automóvil y mandar a sus hijos a escuelas particulares. Vive en el país de Alicia y las Maravillas, pero en la versión calderoniana.
Cabe advertir, que incluso ni el órgano electoral está listo, pues el Congreso de la Unión aún no resuelve la designación de tres consejeros electorales. Aún sigue la pugna entre los partidos políticos y todos quisieran que los nuevos consejeros, fueran sus afines, para tener aliados al interior del arbitro electoral.
La primera fecha señalada en el calendario electoral, es la del 18 de noviembre, fecha en que los partidos políticos deben solicitar registro de convenios de coalición. En principio, ya se ha dicho que PRI y Panal, irían juntos. El PAN no se decide si pacta alianza con alguien y en el lado de la izquierda, PT y Convergencia, están con Andrés Manuel, en tanto que PRD, no se decide si postula a Andrés Manuel o a Ebrard. El IFE resolverá antes del 28 de ese mismo mes.
Luego, el 18 de diciembre, inician las precampañas, las que concluirán el 15 de febrero dek 2012. Este es un período de todos contra todos. Solo los partidos que ya hayan definido a su posible candidato, no pueden realizar actividades proselitistas. Esto es lo que hace que sea recomendable que planteen al menos 2 precandidatos, lo que dá la apariencia de indecisiones o de pugnas internas.
Del 16 al 22 de febrero, los diversos partidos políticos deberán llevar a cabo sus procesos internos de selección. Es cuando se dan las cargadas e imposiciones.
Del 15 al 29 de marzo, será el registro de candidatos presidenciales. Se terminan las indecisiones.
La contienda electoral, en la que cada candidato oficial realiza abiertamente sus actividades proselitista, inicia el 30 de marzo y concluye el 27 de junio, tres días antes de los comicios. Le llaman la “veda electoral” y está prevista en el Artículo 237 del Cofipe, que advierte que “…tres días antes de la jornada comicial no se permitirá la celebración ni difusión de reuniones o actos públicos de campaña, propaganda o proselitismo electoral”.
Los comicios presidenciales del 2012, son sumamente especiales. Es más, por el rumbo que va el país, se advierte, cada día hay mayores riesgos y condiciones que podrían hacer abortar un proceso electoral presidencial. Si los del 2006, hicieron pensar en que Calderón no tomaría posesión, los del 2012, obligan a pensar en si es que se podrá garantizar la integridad física de los candidatos e incluso de los electores.
Por el momento se percibe la decepción de los mexicanos, frente a los panistas, a solo 11 años de gestión presidencial. Surge entonces el antipanismo, que es el rival más fuerte que enfrentará el candidato, o candidata, del PAN, cuyos aspirantes han cometido el error de hablar de continuismo. La sociedad mexicana, ya no quiere más de lo mismo.
Las condiciones de inseguridad nacional y el abstencionismo, inclinarán la balanza, entre dos alternativas electorales. La de la izquierda, con Andrés Manuel, y la del priísmo, quizás con Peña Nieto. La disyuntiva es seria.
gil_lavenants@hotmail.com
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