El México de rateros

Por Víctor Hernández
Recuerdo que escuché esto por primera vez en Baja California ni boca de un amigo cuya familia siempre fue priista, y que vota por el PRI no por haberlo pensado bien, sino simplemente por costumbre: “Sí, bueno, los del PRI eran rateros, pero por lo menos te dejaban robar.”
Ya no recuerdo si se lo escuché antes del sexenio de Fox (el PAN ha gobernado en BC desde 1989) o ya en pleno sexenio panista. El caso es que he escuchado a esta misma persona decir lo mismo por lo menos dos o tres veces.




En tiempos recientes he visto ese mismo comentario--de que el PRI dejaba robar--en comentarios en columnas y artículos en línea. No recuerdo si lo he visto en redes sociales. No me extrañaría.



Pues bien, el lunes 12 de septiembre de 2011, el obispo de Ecatepec, Estado de México, Onésimo Cepeda, hizo la siguiente declaración:



"Le pediría al que salga Presidente, primero, que sea eficaz, que sea eficiente, que se preocupe por el pueblo y que no se clave mucha lana, con eso me conformo."



¿Que no se clave “mucha” lana? ¿O sea que para Onésimo Cepeda la corrupción se justifica siempre y cuando no sea mucha? ¿O sea que está bien robar siempre y cuando no sea mucho?



Qué raro. Hasta donde puedo recordar, el robo es robo, sea un peso o sea un millón.



Y si mal no recuerdo, robar es violatorio del séptimo mandamiento, por lo cual la declaración de Cepeda, en su calidad de obispo, estaría absolutamente fuera de lugar.



Pero al margen de las tonterías que pudiera decir el clero sobre política, la pregunta es: ¿De verdad eso es lo que quieren los mexicanos? ¿Un país donde el robo sea no sólo deseable, sino hasta bien visto?



¿En ese México es en el que quieren vivir los que apoyan al PRI bajo el precepto del “roban, pero te dejan robar”, fomentando la corrupción y, por ende, la inseguridad?



¿Y cuando las víctimas del robo sean ellos qué van a hacer? ¿Les va a seguir gustando la idea?



Yo les voy a decir lo que ya hicieron los que apoyaban al PRI cuando a los que robaron fueron a ellos: sacaron al PRI del poder.



Y si ya saben a lo que le tiran ¿para qué arriesgarse otra vez?



Por eso mejor AMLO 2012.