domingo, 5 de junio de 2011

Declara Calderón guerra al PRI; Hoy Hank, mañana quién

Por Rebeca Castro
El presidente Felipe Calderón es un sujeto vengativo, rencoroso, radical, fascista. No le basta haber provocado la peor matanza de mexicanos (más de 40 mil en lo que va de su gobierno), después de la revolución mexicana, con su ciega, loca y tramposa persecución de los cárteles de la droga.

Hoy, aconsejado por su Secretario de Gobernación, el diminuto bajacaliforniano José Francisco Blake Mora y, para beneficiar a su partido, el de Acción Nacional, en las elecciones estatales y federal por venir, Felipe le declaró la guerra al Partido Revolucionario Institucional.




El impresionante asalto militar a la residencia de Jorge Hank Rhon, en el fraccionamiento Aguacaliente de Tijuana, constituye una agresión directa, abierta y frontal, en contra del priismo nacional.



La movilización castrense ordenada desde Los Pinos, no buscaba armas. Traía otro perverso objetivo: golpear al PRI desde sus entrañas. Sembrar el miedo entre sus militantes. Desalentar la participación de activistas alrededor de candidatos del tricolor, en cualquier contienda.



El ingeniero que gobernó Tijuana y que tiene amplias posibilidades de ser gobernador de Baja California, pertenece a una de las familias más emblemáticas del Revolucionario Institucional. Su padre, el profesor Carlos Hank González fue un militante de toda la vida. Estuvo siempre al pendiente de lo que sucediera en las filas de ese partido. Pasó lista de presente, para apoyar desde modestos candidatos a alcaldes, hasta abanderados presidenciales.



La vida del profesor, como ocurre ahora con el ingeniero Hank Rhon, está plagada de leyendas urbanas. El morbo popular, teje historias a su alrededor. Se le acusa sin probar. Se le difama sin razón. Es, para los panistas norteños, especialmente de Baja California, desde los tiempos de Ernesto Ruffo Apel, el villano favorito.



El ataque militar de que fue objeto, junto con su familia, en su residencia, es el primer signo de lo que viene. Es una primera, como preocupante señal de la descomposición democrática electoral, a la que apostará el presidente Felipe Calderón Hinojosa. El atentado en contra de Hank anuncia que el presidente de la República no está dispuesto a permitir la anunciada transición del 2012.

El asalto militar contra Jorge Hank, debe encender los focos rojos en la cúpula nacional del Partido Revolucionario Institucional, porque si ahora fue él, mañana sigue cualquiera, especialmente cuando el presidente Calderón y su Secretario de Gobernación, Francisco Blake son vengativos, represores y enemigos de la democracia.

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