Dirigente Nacional del Movimiento AntorchistaEl tiempo corre y el cobarde y sanguinario asesinato de Miguel Cruz José sigue impune, lo que incrementa el riesgo de que se cometan nuevos asesinatos de indígenas de Yosoñama y de más dirigentes antorchistas, dentro y fuera de Oaxaca.
La Procuraduría de Justicia del Estado justifica el retraso con lo difícil del caso; pero los antorchistas oaxaqueños y del país tienen otro punto de vista: para ellos, si no se olvida el contexto político en que se dio el hecho, ni los pronunciamientos públicos de los enemigos de Yosoñama, antes y después del crimen, no cabe la duda razonable sobre la identidad de los autores materiales e intelectuales del mismo. Para probar esto, sobran los elementos de juicio; pero, por razones de espacio, me limitaré aquí a mostrar uno de los más elocuentes: la secuencia y el contenido de la campaña de terrorismo mediático desplegada por la mafia caciquil de Mixtepec, a través de su página Web, en contra de Miguel Cruz, Gabriel Hernández y quien esto escribe. Veamos.El primer documento directamente relacionado con el asunto fue subido a la página “mixtepec.blogspot.com”, el 17 de agosto de 2010, bajo la firma de la “Unión del Pueblo Indigena”. Comienza así: “ATROCIDADES COMETIDAS POR ANTORCHA CAMPESINA EN CONTRA DE UN PUEBLO DE INDIGENAS MIGRANTES”. Salta a la vista la chabacana demagogia “indigenista”, pero asombra más su total falta de correspondencia con el cuerpo de la nota. En efecto, sigue así: “Queridos paisanos de Mixtepec, veamos las atrocidades cometidas por el grupo paramilitar Antorcha asesina y sus secuaces de Yosoñama, (¡ojo con lo que sigue!) contra los indefensos vehículos de nuestra gente (¡¡¡), estas imágenes hablan por si solas, nos llena de coraje, rabia… y nos exige actuar con todos los medios a nuestro alcance (aquí la amenaza total es patente), no es posible quedarse pasivos ante tanta barbarie (y esto lo dicen quienes no tuvieron empacho en mantener secuestrados, por casi tres meses, a 39 campesinos de Yosoñama, ni en matar a sangre fría a otros cuatro, el cadáver del último de los cuales sigue sin aparecer hasta hoy), los que hicieron esto no pueden quedar impunes, y mucho menos andar declarando en los medios (de) comunicación que son inocentes, y peor aun querer arrebatarnos las tierras que nuestros ancestros nos han heredado, eso jamás”. ¡Parece de risa loca! pero resulta que las “atrocidades” de que nos acusan se refieren a “los indefensos vehículos” de los caciques (pues no creo que el pueblo pobre de Mixtepec tenga carro propio), y a la legítima defensa de los derechos agrarios de Yosoñama. Viene luego una tirada de repugnante adulación “a los valientes de Mixtepec, que se batieron con arrojo y bravura el día del enfrentamiento”, y concluyen: “ellos…son la mejor motivación para que, no permanezcamos pasivos”. Termina la nota: “A partir de esto, quiero que propongamos un plan de acción el cual podamos analizar y posteriormente llevar a cabo…Mi sugerencia es que propongamos en por lo menos cuatro o más aspectos: “¿Qué hacer en lo político? Dentro y fuera de Mixtepec”; “¿Qué hacer en lo económico? Dentro y fuera de Mixtepec”; “¿Qué hacer en lo jurídico? Dentro y fuera de Mixtepec”; “¿Qué hacer en lo propagandístico? Etc.” Aclaro que, salvo el tamaño de letra y los puntos y aparte del original, tanto la bárbara sintaxis como las faltas ortografía son de los autores. En síntesis, pues, aquí se acusa a los antorchistas de “atrocidades” que no son tales, sino simple ejercicio de legítima defensa, con el propósito de justificar un contubernio criminal entre caciques y sus seguidores ciegos para que, echando mano “de todos los medios a nuestro alcance”, se castigue “a los que hicieron eso”.
No hay que ser un experto en criminalística para ver en este primer ataque un claro llamado a ponerse de acuerdo para eliminar físicamente a los autores de las “atrocidades” de que se quejan los mafiosos de Mixtepec, y así vengarse por la pérdida de sus vehículos y, al mismo tiempo, resolver de un golpe el problema agrario. El siguiente paso “en lo propagandístico” apareció el 2 de septiembre de 2010, en la misma página Web que el anterior. Son 16 diapositivas acompañadas de texto que dicen asi: “ANTORCHA CAMPESINA Y SUS ATROCIDADES” “Es una organización que dice “defender” al pueblo pobre, y se la pasan organizando a la gente a lo largo y ancho de la República, SEGÚN para pedir al gobierno que cumpla con satisfacer sus necesidades básicas”. “Porque sólo ASI sus líderes pueden continuar comprándose sus carros de lujo (y hablan así quienes lamentan la quema de decenas de tales vehículos “de lujo”) y bien blindados, contratar guardaespaldas y asistir a reuniones en sus múltiples viajes donde comen caviar y toman vino de los mejores (aclaro de paso, que soy abstemio absoluto, y lo puedo probar). Mientras que la gente en sus plantones sólo coman frijoles con 4 tortillas…”. Más adelante afirman: “En Yosoñama mandan y ordenan quemar miles y miles de árboles en terrenos ajenos”. “Al igual que matarse entre ellos mismos (¡Sí, seguro que así se explican los asesinatos de los cuatro campesinos que dije antes, faltaba más!) para culpar a otros…” Luego acusan: “Destrozar y quemar carros”. “No sólo eso sino también robar las partes que les hagan falta para completar sus carros, mismos que son robados en otros estados” (el que habla con seguridad del camino es que andado lo tiene, dice el refrán). Y siguen más adelante: “GABRIEL HERNÁNDEZ DICE: si se hubiera resuelto la sentencia desde el punto de vista del papeleo, estaríamos en una situación diferente, no estaríamos peleando ni tendríamos este conflicto”. “SAN JUAN MIXTEPEC PRESENTÓ TODAS LAS PRUEBAS HABIDAS Y POR HABER Y POR ESO, EL TRIBUNAL DICTÓ UNA SENTENCIA FAVORABLE”. “En el día que incendiaron los carros, (¡ojo con esta acusación) el antorchista Miguel Cruz José convocó a los habitantes de Yosoñama para que defendieran a su organización”. “Sacrificando su vida si fuera necesario”. Para luego decir “700 compañeros son testigos que el acuerdo fue no acercarse a la zona y ellos atestiguaron la masacre”. Y concluyen: “En este problema hay responsables directos de todo lo que sucede, sucedió y sucederá por su irresponsabilidad, incapacidad, ineptitud, ambición y falta de voluntad política. Sin calidad moral, ni civil, ni ético, ni mucho menos profesional” (¡el burro hablando de orejas, como lo delata su elegante redacción y ortografía!). “Y tenemos nombres: (¡ojo, otra vez!) Miguel Cruz José, Gabriel Hernández y Aquiles Córdova Morán”.
Con este cúmulo de estupideces, injurias y acusaciones tan falsas como exageradas, auténticas burradas del autor, se demuestra palmariamente que, mediante el recurso de soliviantar al pueblo de Mixtepec y a la opinión pública de Oaxaca y del país con tales infamias, se buscaba justificar cualquier cosa en contra de los culpables, incluido, desde luego, el asesinato. Es claro, además, que se trata del primer paso del “plan” propuesto (y seguramente aprobado) en el primer ataque citado. Y siendo Miguel Cruz José quien dirigió a Yosoñama “el día del enfrentamiento” y, por tanto, según la lógica de esta gente, el culpable de la quema de sus añorados vehículos, resulta lógico por demás que haya sido la primera víctima del contubernio mencionado. También se ve que las amenazas de muerte contra Gabriel y contra mí no son una broma macabra, sino el segundo y el tercer paso de plan y, por tanto, que el antorchismo nacional tiene razón al exigir a las autoridades federales solución al conflicto agrario y, a las estatales, proceder con prontitud y energía contra los delincuentes.
Y falta la cereza del pastel. Como informamos antes, al subir a “You Tube” el homenaje a Miguel el día de su entierro, el visceralismo rabioso llevó a sus verdugos a un irreflexivo desplante que, sin querer, los delata sin apelación posible. Se metieron a “You Tube” y, al pie del reportaje de Antorcha, insertaron su nueva amenaza: “Sabes qué ijo de tu pinche madre mas vale que se calmen o el siguiente será ese pinche gordo ijo de su pinche madre del GABRIEL HERNÁNDEZ GARCÍA JAJAJAJAJAJA DE PARTE DEL (EL MAYITO)”. En la forma en que formulan la amenaza a Gabriel, queda implícita, pero absolutamente evidente, la confesión involuntaria de que ellos mataron a Miguel; y en el motivo de su irritación (el homenaje póstumo a Miguel y su publicación en “You Tube”), junto con los antecedentes mediáticos que he citado antes, dicen muy claro que son ellos, la mafia caciquil de Mixtepec y sus padrinos políticos, quienes están detrás de todo esto. No hay vuelta de hoja: el pez por la boca muere, dice el pueblo. Por eso pregunté en mi artículo anterior, y pregunto hoy: ¿de veras la justicia oaxaqueña no logra desenredar la madeja, o más bien tiene miedo a la ferocidad de tales sujetos? Sólo los resultados concretos pueden contestar con certeza esta cuestión.
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