Por Teresa Gurza
Es una suerte de verdad que en estos momentos de temblores a cada rato por los que pasa Chile, le haya tocado estrenar un presidente hiperquinético como Sebastián Piñera.
En sólo 24 horas de gobierno hizo viajes a Rancagua y Constitución, dijo varios discursos, respondió preguntas, nombró a un intendente, puso plazo a varios de sus ministros para entregar tareas, y lo más importante dio a conocer un plan de reconstrucción que utilizará los dineros que Chile ahorró durante el gobierno de Michelle Bachelet, además de posibles créditos internacionales, las entradas por concepto del cobre, y la austeridad en todos los gastos.Anoche el nuevo presidente dijo que su gobierno será otra transición; recordó a los héroes pasados y a los actuales; a Violeta Parra, Pablo Neruda y Gabriela Mistral y terminó con los versos de Ercilla en la Araucana, para concluir advirtiendo que tragedias y adversidades nunca quiebran a los pueblos fuertes sino que los agigantan; y que los chilenos tiene hoy la oportunidad de decidir que país quieren construir.Y hoy, Piñera señaló que la reparación de los daños que ha dejado el terremoto que el sábado 27 destruyó gran parte del sur de Chile, "va a durar años"; y que de acuerdo a estimaciones, levantar las viviendas e infraestructura perdidas, se llevará alrededor de 30 mil millones de dólares.Por eso anunció un gran esfuerzo de austeridad para poder reasignar recursos a esas tareas, quitándoselos a otras que no son prioritarias.Precisó que dado que Chile prácticamente no tiene deuda externa se verá la posibilidad de contratar créditos internacionales; y que para eso y todo lo demás por hacer espera contar con la aprobación y el respaldo del Congreso.Y ante el llamado de otorgar indultos del Bicentenario a los reos de buena conducta que hizo el cardenal arzobispo de Santiago al encabezar un acto ecuménico por la toma de posesión, Piñera respondió que está abierto a estudiar la propuesta pero que los indultos serán sólo por razones humanitarias porque no se puede dar a la delincuencia ni un centímetro de ventaja. Mientras todo eso sucede en la política, los temblores siguen; a cada rato hay réplicas de entre 4 y casi 6 grados.Y también el miedo, porque de acuerdo con lo que dicen expertos nacionales y extranjeros que han llegado al país a analizar todo lo relacionado con el terremoto, seguirán; y se espera una superior a los 7 grados y medio, porque no se ha liberado toda la energía de las placas que se movieron.Los epicentros de las últimas réplicas han sido situados a 30 kilómetros de Valparaíso.Y ayer por la noche al despedirse de sus ministros, Bachelet les pidió estar atentos a defender de críticas a su administración, mantener un rol protagónico como oposición y a estar orgullosos del legado que los 20 años de gobierno de la Concertación dejó al país.
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