ROSARIO VIVIENTE EN ROSARITO

* Cientos de feligreses se unen a defender a su párroco
* No permitirán que remuevan al sacerdote, Raymundo Figueroa
PLAYAS DE ROSARITO.- Humildes, pero con el firme propósito de evitar la partida de quien les ha guiado por el buen camino, cientos de feligreses encabezaron una peregrinación orando el Rosario, para evitar se ejecute la amenaza.

El rosario viviente se efectuó la tarde-noche de éste viernes 30 de octubre, en el que participaron feligreses de las diferentes parroquias de Playas de Rosarito, como Santo Niño de Atocha y Nuestra Señora de Fátima, siendo los más cuantiosos los de la Parroquia Santísimo Sacramento, donde sirve el Padre Raymundo Figueroa.
Provenientes de sus comunidades, arribaron a la explanada del edificio municipal, nadie se explicaba el porque en el Palacio Municipal?
Lo cierto es que los devotos formaron una larga fila que podía verse a varias cuadras de distancia, que parecía interminable.
El Párroco Raymundo Figueroa también asistió; en tanto los feligreses con humildad pero firmes, aseguraban que no permitirían que fuera removido ya que no existe fundamento para ello.
“El padre Raymundo no solo nos ha enseñado los valores a más de mil quinientos niños que actualmente toman clases del catecismo, nos ha sabido guiar por el buen camino... la verdad no se puede ocultar”, aseguraron los creyentes.
Además recordaron que en el mes de mayo pasado, y dicho por propia boca del Arzobispo Rafael Romo Muñoz a los feligreses de Rosarito, hizo el compromiso de no removerlo diciendo “les retorno a su sacerdote”.
Por lo que no saben porque de nueva cuenta surgen las amenazas de su retiro atribuyéndole que incluso ha manipulado a la prensa para lograr su permanencia y que ha oficiado misa fuera del templo. Que no se debe llevar la palabra de Dios a donde se necesite?, cuestionaron los feligreses.
Apuntaron que primeramente se habló de destituirle por haber oficiado misa cuando desde la ciudad de México lo había prohibido el presidente de la república, durante la crisis por la influenza.
Se aclaró que fue casi obligado por los feligreses a oficiar misa, y se suponía que ya no había otro elemento para cambiarlo de esta parroquia.