MEXICALI.- Se trata de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de 22 años de edad, las 13 víctimas de muertes inexplicables en una zona suburbana del poniente de Mexicali.
Empezaron con fiebres, manchas rojas en la piel, vómito, mareos, dolor de cabeza y un cuadro de resfriado. Sus decesos se produjeron prácticamente a los minutos de ser atendidos en los centros hospitalarios, donde los familiares tampoco obtuvieron respuesta sobre el origen.
El gobierno de Baja California carece de respuestas y de acciones en la comunidad para evitar un mayor número de muertes de menores de edad y jóvenes que habitan en Los Santorales, una de las zonas marginadas de esta entidad fronteriza.
Allí, al poniente de Mexicali, se conjuntan diversas colonias que se han mantenido en el rezago de servicios y condiciones sanitarias. Son obreros que trabajan en la maquila y en el campo, la mayoría de los habitantes de Santa Isabel, Santo Niño y San Jacinto, entre otras colonias.
"No podemos ser irresponsables y decirle a la población información que no nos consta, sin estudios, sin bases", señaló el secretario de Salud, José Guadalupe Bustamante Moreno, al tiempo de agregar que "en este momento les podemos indicar que ya tenemos un probable agente infeccioso y que estamos por determinar si fue el responsable de los fallecimientos (pero) será, precisamente, el resto de las investigaciones de laboratorio y de campo los que nos corroborarán las sospechas o la desecharán",
El funcionario estatal se refirió a los resultados preliminares de laboratorio de las tres últimas personas fallecidas en el área de Santorales, los cuales arrojan una línea de investigación orientada a la búsqueda de rickettsias, que pueden transmitirse al ser humano por "un vector", cuyos ejemplos más comunes en Baja California son la garrapata, el mosco, la pulga y la chinche.
En tanto, los vecinos de esas colonias exigieron una respuesta del gobernador José Guadalupe Osuna Millán, a quien acusaron de insensible por dejar de atender a las víctimas de estos decesos producidos desde octubre de 2008.
Las autoridades sanitarias de Baja California dijeron que es indispensable que se refuercen en los hogares las condiciones de saneamiento e higiene ya que todo indica que los transmisores son la chinche, garrapata y pulga.
Tras hacer un llamado a la calma, advirtieron que los pobladores de estas colonias mantengan limpios los patios de sus casas de cualquier tipo de basura, cacharro o mueble viejo, así como de depósitos de agua estancada.
Además de dejar fuera de la vivienda a los animales domésticos y gallinas, conejos y cerdos y hacer lo "humanamente posible para erradicar fauna nociva", en el caso de ratas, ratones, cucarachas y moscos.
Tampoco deben automedicarse en caso de presentar sintomatología similar al de los decesos (fiebre, manchas rojas e la piel, vómito, mareos, dolor de cabeza y resfriado).
Recomendaciones difíciles cuando se viven en asentamientos humanos rodeados de drenes donde corre agua insalubre, de parcelas donde se utilizan fumigantes e insecticidas, donde hay un rastro TIF cuyos residuos van hacia los canales, donde hay calles sin pavimentar, donde hay colonias sin servicios de agua potable y energía eléctrica, donde sólo se acuerdan de la población en años electorales, consideró el antropólogo Raúl Hernandez García, quien advirtió que las autoridades estatales, incluidas las sanitarias, porque no se trata sólo de limpiar las viviendas.
En tanto, este sábado fue inhumada Paola, una niña de siete años de edad que murió en el Hospital de la Cruz Roja, luego de ser afectada por una enfermedad desconocida y que las autoridades sanitarias de Baja California no tienen respuesta alguna.
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