Por J. Antonio Aspiros V.
El 2 de octubre de 1968, mientras en la Plaza de las Tres Culturas se consumaba cruentamente la provocación del Batallón Olimpia enviado a liquidar el movimiento estudiantil, en el cercano cine Tlatelolco se proyectaba una película con el título -emblemático por la situación que se vivía afuera- de ‘La trampa’..
Los sucesos de hace cuatro décadas en diferentes países del mundo no alteraron muchos aspectos de la vida normal, entre ellos la producción y la exhibición cinematográfica, y así fue también en México; en el Distrito Federal, los capitalinos disfrutaban de cintas como ‘La Biblia’, ‘Bella de día’, ‘El pistolero desconocido’ y ‘Prudencia y la píldora’.
Stanley Kubrick estrenó ese año su cinta clásica ‘2001 odisea en el espacio’, que tuvo gran éxito de taquilla pese a su complejidad intelectual y cierta crítica adversa, porque ofreció un nivel imprevisto al tema de la ciencia ficción que otras producciones habían banalizado; por todos sus efectos visuales y los sonoros con la música de ‘Así habló Zaratustra’ (Richard Strauss), y por su trama -basada en la novela homónima de Arthur C. Clarke- y los muchos momentos de silencioso suspenso.
En contraste, el cuarteto de los Beatles fue llevado al celuloide en 1968 a través de dibujos animados en ‘El submarino amarillo’, y la música de la película resultante dio origen a uno de los discos más famosos del grupo de Liverpool. Las fantasiosas aventuras de John, Paul, George y Ringo en el país de Pepperland, ofrecieron un buen entretenimiento. En ese año también se grabó el primer disco con música de sintetizador, ‘Switchet on Bach’, del compositor Benjamin Folkman.
Pero mientras en el cine comercial se daban estas novedades, jóvenes cineastas mexicanos trabajaban sigilosamente en la filmación de diversas etapas del movimiento estudiantil, incluida la masacre de Tlatelolco, que también mandó filmar el gobierno con cámaras instaladas dentro de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En un artículo para la revista ‘Zócalo’ (septiembre de 2008), César Amador comenta que en el contexto del movimiento estudiantil de 1968, una generación de cineastas surgió del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos -el CUEC de la UNAM- algunos de los cuales filmaron subrepticiamente los sucesos del miércoles 2 de octubre y a los presos políticos dentro de Lecumberri.
Menciona documentales hoy célebres como ‘El Grito’, del realizador Leobardo López Arretche y un nutrido equipo de colaboradores, y otros menos conocidos como ‘Historia de un documento’, filmado en la cárcel por Oscar Menéndez. Leobardo estuvo en el Campo Militar número 1 y en Lecumberri, y se suicidó a medidos de 1970; Oscar pasó varios años en la clandestinidad, y otros cineastas de aquella camada pronto se colocaron en el gobierno de Luis Echeverría.
Porque el cine comercial no se ocupó mucho de este tema, la cinta ‘Rojo amanecer’, dirigida por Jorge Fons con actores como Héctor Bonilla, María Rojo, José Alonso, Demian Bichir, Roberto Sosa y otros, cobró notoriedad.
La película ofrece una síntesis de todo el movimiento y lo que tres generaciones pensaban de él. Los hijos mayores están a favor, y los padres y abuelo los critican por ello. El abuelo es un militar retirado que les dice: “el ejército siempre obedece las órdenes”; la madre les advierte que “con el gobierno no se juega”.
En toda la cinta sólo aparecen tres soldados: uno que cruza con el fusil al hombro frente al edificio Chihuahua en la mañana del 3 de octubre, y dos de mayor rango que entran la víspera con el abuelo a su casa, le piden su identificación como militar, se cuadran y se retiran sin pretender entrar al domicilio. En cambio, los del Batallón Olimpia cometen una matanza dentro del departamento del edificio Chihuahua donde se desarrolla la historia.
Afuera se escuchan gritos de “no queremos olimpiadas, queremos revolución” mientras, adentro, un muchacho comenta que “en estos tiempos es más peligroso ser estudiante, que ser criminal” y otro personaje acusa que “los periodistas nunca dicen la verdad”, e insulta al conductor del noticiario estelar de la televisión por decir que sólo hubo 20 muertos, y otras mentiras.
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