TIJUANA.-El incremento en el costo del Servicio Médico que se brinda a las sexoservidoras podría derivar en un problema de salud pública, pues cerca de 800 integrantes de la Asociación de Mujeres Libres "Maria Magdalena" podrían dejar de asistir a renovar su tarjeta de salud.
La agrupación que representa a un porcentaje considerable de las personas que laboran en la Zona Norte, se inconformó por el alto costo que implementaron las actuales autoridades del servicio de salud y exigen una audiencia con el alcalde de la ciudad.
Hace algunos meses solicitamos una entrevista con el titular de Servicios Médicos Municipales del XIX ayuntamiento, Miguel Ángel Osuna Millán, sin embargo no obtuvimos una respuesta favorable.
"Nos hacen 4 revisiones al año, lo que equivale a un monto total de 300 dólares y ahora derivado del incremento tendríamos que pagar 500 dólares" explicó Rosario, una de las líderes de la agrupación.
Nosotras haríamos el pago si las revisiones fueran más integrales, pero no es el caso, pues sólo nos hacen la prueba del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y pruebas vaginales.
Queremos que dentro de las revisiones nos den otro tipo de atención médica, por ejemplo detección de Cáncer de Mama, Cáncer Cervicouterino, Oftalmología, entre otros, sólo así cubriríamos la cuota.
Se estima que en el primer cuadro de la ciudad existen registradas en Servicios Médicos Municipales, alrededor de mil 700 sexoservidoras, sin embargo operan alrededor de 5 mil 500 en bares y calles de la ciudad que prestan el servicio.
La asociación Vanguardia de Mujeres Libres "Maria Magdalena" únicamente representa a 800 de las mujeres que operan en la Zona Norte, Ángeles y Rocío pertenecen a ella y aseguraron que reciben atención precaria.
Queremos que nos atienda directamente el alcalde de la ciudad, porque de otro modo dejaríamos de asistir a los Servicios Médicos Municipales y tendríamos que acudir con médicos particulares.
Para Víctor Clark Alfaro, director de la Centro Binacional de los Derechos Humanos (CBDH) lo anterior agudizaría el problema de salud pública que existe en la actualidad.
De las 5 mil 500 sexoservidoras que operan en el primer cuadro de la ciudad, sólo mil 700 están registradas, por lo que existe un déficit de cobertura por parte de las autoridades.
Las integrantes de la asociación se quejan porque no son atendidas como lo ameritan y en caso de una negativa, estás podrían acudir con médicos particulares, explicó.
Lo anterior –dijo- se traduciría en menos ingresos para los Servicios Médicos del Ayuntamiento y por ende perderían las riendas de la situación, porque aunque estarían bajo supervisión médica el municipio no tendría el contro.
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