Playas de Rosarito.- Decenas de artistas, profesores, promotores culturales, empresarios, civiles y hasta funcionarios de gobierno, participaron en una atípica protesta a las afueras del gobierno estatal.
Ello en franco rechazo a la iniciativa de cancelar la delegación del Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), lo que de entrada habla de un retroceso que obligaría a los rosaritenses el tener que trasladarsea Tijuana o de plano depender de una obsoleta y burocrática “larga distancia” a Mexicali.
El anuncio de suprimir la delegación cultural en el Quinto Municipio y trasladarla a Tijuana, que fue confirmada en su momento, cayó como “balde de agua fría”, a la comunidad de artistas y creativos quienes pronto se manifestaron.
Y es que la intentona gubernamental, abrió una discusión sobre el trato gubernamental a los gobiernos municipales (caso concreto con Playas de Rosarito), la definición de políticas culturales si las hay junto con los recursos, e incluso el acceso y la función de la cultura en la vida cotidiana de las comunidades.
De entrada los manifestantes reconocieron no depender del presupuesto del gobierno, ni de sus programas, pero siempre será un apoyo fundamental el mantener el vínculo con la comunidad en su conjunto y los artistas en lo particular.
“No solo nos afectan a nosotros, sino a la sociedad en general al desaparecer un escaparate, un medio de expresión, los talleres, los apoyos para exposiciones, becas a creadores, apoyos para la edición de libros y el fomento de programas para el acercamiento, la difusión y el estudio de la cultura y las manifestaciones artísticas”, dijeron.
Resaltaron las voces de Armando González, Martha Parada, Judith Rascón, Olga Sánchez Gaxiola, Manuel Lizrraga Garibaldi, Claudia Hofman. Los empresarios Juan Carlos Gutiérrez y Ricardo Moreno Villa, así como la regidora Ros María Cornejo, entre otros.
Previamente los manifestantes se entrevistaron en privado con el alcalde Hugo Torres Chabert, quien ofreció ser interlocutor con el gobernador Guadalupe Osuna Millán, al considerar como un retroceso la eventual desaparición del ICBC en Rosarito.
Cabe destacar que durante la singular manifestación, corrieron versiones de que la protesta “logró su objetivo”, al anunciarse por el contrario de lo que se criticaba, mayores apoyos a la cultura y las artes en Rosarito.
La situación permitió incluso que se demandara el mejorar el funcionamiento y operatividad de esa oficina, a efecto de que no se le niegue el derecho a los jóvenes y niños a acceder a los beneficios de la cultura y las artes.
Máxime si esas políticas humanistas se dirigen a fomentar la armoniosa convivencia social, al rescate del potencial creativo de los jóvenes y el fomento de diversas disciplinas para la comunidad en general.
Los manifestantes destacaron el papel que ha desempeñado Playas de Rosarito, al ser “punta de lanza”, en la promoción artística y cultural a través de sus 16 galerías y donde se busca en estos momentos aterrizar varios proyectos de fomento de las artes e importantes inversiones relacionadas con el turismo cultural, incluido el llamado Corredor de las Artes paralelo al Bulevar Popotla.