Sin rodeos puntualizó cómo debió “nadar contra la corriente” al hacer su mejor esfuerzo posible para elevar el ánimo y el nivel de la Policía, deteriorado por dos aspectos básicos como fueron los ataques sistemáticos a la Corporación por parte de los protagonistas en un año electoral.
Como adverso fue el registro de crímenes de alto impacto que evidenciaron una ausencia de coordinación entre los tres órdenes de gobierno.
“Vamos a recalcarlo de una buena vez, nosotros hicimos nuestro mejor esfuerzo y logramos rebasar las metas hasta un 92 por ciento respecto a lo plasmado en el Plan Municipal de Desarrollo, en acciones sin precedente en muchos años. Salir de una Policía rudimentaria para contar con una policía acorde al crecimiento de Rosarito”, expresó.
Pérez Hernández, explicó el porcentaje mínimo que le faltó, se debió a acciones que en su momento no concretó el propio Cabildo de la ciudad, como el haber concretado un aumento salarial a policías o concluir el inmueble de su academia, enfatizó.
Si bien durante el primer año se les incrementó el salario a los policías en un 25 por ciento, luego no hubo mejoras en este sentido en donde un oficial obtiene entre 8 y 10 mil pesos mensuales.
Edificio necesario para el acondicionamiento físico y el entrenamiento básico de los agentes y del que sólo se aseguró en papel 3.5 millones de pesos, de un fondo de 10 millones adelantados por la Federación en el Fondo Nacional de Seguridad, el Foseg.
El director saliente, dejó ver su inconformidad porque se siga la tendencia en poner a los policías dentro de un estereotipo, cuando existen buenos y comprometidos policías con su función dentro de su ámbito de competencia.
Finalmente su mejor suerte para los que le sucederán y su deseo por que en realidad se avance en el Servicio Civil del Policía de Carrera, el enfoque social de la misma con la sociedad. Es decir por una policía más preventiva que reactiva.