La filosofía popular es extraordinaria. Entre otras muchas cosas, advierte que : “no por mucho madrugar, amanece más temprano”.
Este martes 12 de abril, a partir del primer minuto, los candidatos a munícipes y diputados locales, establecieron el inicio de sus respectivas campañas, como mero simbolismo, tratando de dejar constancia de que son políticos de tiempo completo y que toda vez que el plazo electoral para ello, es sumamente reducido, tratarán de aprovecharlo lo más posible.
La verdad, no es para tanto. Más que madrugadores, parecieron trasnochadores. Ciertamente muchas personas andan deambulando, especialmernte en Tijuana, pero ni ganas de escuchar hablar de política.
Por lógica o sentido común, la actividad política, debe realizarse, en horarios durnos, principalmente.
¿Por qué entonces, los candidatos de todos los partidos políticos, inician en la madrgada sus labores proselitistas ?
En principio, insisto, para dejar constancia de que tratarán de aprovechar al máximo el tiempo disponible para ello.
Sin embargo, el motivo de ello, es mucho más serio. La mayoría son políticos temporaleros. Se dicen políticos, se llaman políticos, viven de la política, pero no realizan labores sociales.
Curiosamente, la mayoría son unos completos desconocidos. Más o menos los conocen, en el entorno en el que se desenvuelven. Fuera de ahí, nadie más los conce.
La mayoría, son políticos improvisados. Las actividades u oficios que desempeñan, ya sea artistas, deportistas, locutores, periodistas, les ha permitido lograr cierto grado de popularidad.
Para los dirigentes partidistas, esa popularidad suple la falta de experiencia, trayectoria o conocimiento de la política.
La mayoría de esos personajes, son falsos ídolos, que, como dicen en el rancho “no pelan un chango a mordidas”. No saben nada de política. No saben para qué sirve. Si se come o qué se hace con ella.
Las actitudes o poses que asumen, frente al micrófono o cámara, son simuladas. Fingen enojo, malestar o coraje, porque eso les genera auditorio o “ranking”, lo que les permite tener chamba.
La mayoría de ellos, no dedican, ni un solo minuto de su vida real, o de su tiempo libre, para ayudar al prójimo.
Nadie los conoce, porque hayan en cabezado un movimiento popular o una gestión social. ¿Entonces, por qué los conocen? Pues no´más.
Los conocen, porque frente al micrófono o la cámara, adoptan posturas enérgicas o suben el tono de la voz, aparentando valentía o coraje. Condiciones estas que solamente son apariencia.
Fuera de sus horarios de trabajo, la mayoría de ellos son ciudadanos apáticos, como cualesquier otro.
El problema es que asumen tantas veces esos personajes, que llegan a creer que sus simulaciones, son parte de su personalidad. Hasta ellos se la creen. Como dicen : “repíte una mentira mil veces, y terminarás creyendo que es verdad”.
Este martes empezó el período de las campañas electorales. Muchos
Electores tendrán oportunidad de ver, en vivo y a todo color, a sus supuestos ídolos.
Aprovechen y tengan a la mano una libreta de autógrafos. La oportunidad no se volverá a repetir.
Si ganan en la contienda electoral, pasará lo que con los políticos tradicionales, se irán a Mexicali, a cobrar a la legislatura estatal. Y ya no regresarán. Al menos por el momento.Quizás vuelvan en el próximo proceso electoral.
Que no les engañen, los incluyen en las candidaturas, por la supuesta popularidad que ostentan. Porque son conocidos. Pero no son políticos.
Si los políticos, realmente se dedicaran a la política de tiempo completo. Si dedicaran tiempo a realizar labores de gestoría social, serían lo suficientemente conocidos, que los partidos políticos no tendrían que recurrir a la supuesta popularidad de esas “estrellas”.
Sobre todo, no tendrían que andar de madrugada, presumiendo de madrugadores, cuando en realidad son simples trasnochadores.
gil_lavenants@hotmail.com
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