martes, 29 de julio de 2014

Gilberto Leyva Camacho, el comerciante

Últimamente, como que resaltan mas, los atributos de los comerciantes políticos. Cada día salen con diferentes negocios administrados desde la función pública. Es decir; porque se tiene que decir… que una vez que están en una posición de poder desde la cual pueden manipular a su antojo la ley.
No lo piensan dos veces. Y no importa si los demás se dan cuenta. Porque para ellos el beneficio es el fundamento de sus vidas, dedicadas a cultivar la prosperidad económica sin que importe la manera en que esto se haga…

Tal es el caso de Arturo Camacho Leyva titular de la CANACO quien es dueño de varios establecimientos dedicados a la venta de autos usados y el cual desde su privilegiada situación se ha encargado de manipular a los tres niveles de gobierno(  si hubieran mas niveles también lo haría…) Tanto, como para hacer que el SAT, institución de colección tributaria, instale retenes, que sumados a los de las policías hostiguen a todo aquel que carezca de recursos para comprar un automóvil legal pero carísimo a los loteros como el Sr. Camacho de CANACO. Es decir la medida beneficia a este SR… en varios sentidos, pues como medida ultima y desesperada las personas se endeudan comprando a precios astronómicos en los lugares de Camacho. Pero la historia aquí, es que el Sr. Camacho se está valiendo de su posición para manejar sus intereses particulares, que ningún beneficio dan a la función pública o a su gremio sino a él y a su socio-amigo Fernando Parra. Además de eliminar lo que él considera como competencia desleal, sin tomar en cuenta ni las necesidades de la población sin nivel empresarial como él. Ni las circunstancias que empujan a las personas a adquirir chatarra gringa a bajo precio, y esto pasa porque las personas tienen demandas básicas que solventar y no pueden recurrir a los productos automotrices de alto precio que el Sr. Camacho oferta en sus lugares de venta.

Suponemos que Camacho movió sus contactos en la dirección paralela a sus intereses y que otras circunstancias particulares se confabulan con los resultados, pues las policías de los tres niveles también están confiscando vehículos irregulares, pero necesarios para la gente. El gobierno debiera de implementar un periodo de refrendo o cualquier medida que sea de ayuda para los usuarios de dichos carros llamados chocolate. Es necesario que los titulares de los gobiernos tanto municipal como estatal recuerden que están ahí para servir a los sectores vulnerables de la población. No a los que ya están ricos y desean más. Como es el caso especifico que estamos tratando. Medidas y confabulaciones como esta que se está dando, lo único que hacen es degradar la ley y derogar la ética administrativa.

Para cerrar vamos a exponer los métodos oscuros de que se valen los loteros legalizados para introducir sus vehículos. Y es que, al pasar por la aduana mueven sus contactos para que los carros chocolate que importan ilegalmente con el conocimiento tanto de aduanales como el SAT, sean introducidos de cualquier manera fraudulenta e incluso pagando a un chofer ciudadano o residente 50 dólares para que entre el vehículo al país sin revisión alguna; todo esto con el conocimiento del personal a cargo. ¿A qué se debe esas  excepciones tan convenientes, irregulares y cínicas?…El personal del SAT en su calidad de entidad federal también envía sus agentes desde la capital y al estar estos, en una posición corruptible, sucumben ante los altos precios del “soborno legal” y la cuota de oficio…Ante este sistema cualquier atisbo de legalidad es ineficiente y su ejecución imposible. ¿Qué hacen las autoridades para paliar estos males tradicionales? Prometer soluciones que jamás llegan y seguir sirviendo al que más tiene… -simplemente-.

FUENTE: semanarioabc.info

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