martes, 28 de enero de 2014

Expediente Político: Tecate y sus triquiñuelas

Por Alfredo Calva
Dicen que las costumbres se hacen leyes, y para la empresa embotelladora de la cerveza Tecate es una norma fundamental a seguir. El de corromper a las autoridades municipales a fin de que permitan la venta indiscriminada de su producto a deshoras, sin permisos, o con permisos irregulares.



No es un secreto la forma en que opera esta empresa dedicada a la industria de la generación de bebidas con graduación etílica, la proliferación de expendios de sus productos ha sido notoria desde hace años por la complacencia y colusión de los gobiernos municipales, su relación con los responsables de las áreas de la Secretaria de Gobierno, entidad en la que se subordinan las direcciones de alcoholes y Regulación, han permitido esta expansión sin control.


Tal parece que en Playas de Rosarito el gobierno de Silvano Abarca Macklis ha decidido terminar con esta costumbre, en la última semana se han llevado a efecto operativos de clausura de negocios que se dedican a la venta de cerveza sin contar con el permiso correspondiente, o con una autorización irregular.


De acuerdo a la información que ha trascendido, son casi un centenar de negociaciones las que realizan la venta de cerveza contando con permisos irregulares, que son aquellos que son propiedad de la Tecate, pero cuyo domicilio no corresponde al sitio donde se expenden las bebidas, o peor aún, no cuentan ni con esos  permisos, solo con la autorización verbal de la empresa cervecera, bajo la promesa de la entrega de una autorización municipal.


Es imposible creer que los gobiernos locales no se enteraran de la situación anómala de los expendios, que les pasara inadvertido, es obvio suponer que cervecera y autoridades acordaban operar los negocios sin problema alguno a cambio de sustanciales aportaciones a los funcionarios involucrados en el asunto, la corrupción campeo con singular alegría.


Y esta situación se registra en cada uno de los municipios de la entidad, la complacencia y la colusión no son privativas de Playas de Rosarito, Tijuana, Ensenada, Mexicali y Tecate, padecen la misma problemática e idéntica costumbre.


Sin embargo, si consultamos a los responsables de las áreas cooptadas por la Tecate, cierto estoy que estos lo negaran, dirán que jamás recibieron dadiva alguna, que su actuar no fue corrupto, y rechazaran con enjundia que existieran estos expendios durante su gestión, y claro está, nada se puede hacer o comprobar a toro pasado.


En fin, los operativos continuarán, confiemos que no solo sea una llamarada de petate de la nueva administración, que sea verdad que quiere regular estos negocios que han causado serios problemas económicos a causa de la práctica desleal que realizan en contra de aquellos expendios que si se encuentran regulares y que pagaron miles de pesos para obtener su permiso, al instalarse y operar solo con la venia de la Tecate y la complacencia del gobierno municipal.


Ya lo veremos.

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