sábado, 6 de abril de 2013

Palco de Prensa: La civilidad política

Por Gilberto Lavenant
En tiempos de campañas electorales, es común que se invoque la civilidad política. Los principios de orden y respeto que deben prevalecer entre los contendientes de todos los partidos políticos e incluso de parte de los gobernantes hacia los políticos y gobiernos de la oposición.


Los afanes por ganar, o los temores por perder, posiciones públicas en una contienda electoral, lleva a los políticos, a muchos de ellos, a adoptar posturas bárbaras, rupestres, cuál si fuesen miembros de pueblos primitivos, cuando prevalecía la ley del más fuerte.

Se supone que los políticos, de todos los partidos, son individuos adultos, conscientes de lo que implica vivir en sociedad. El respetar y tolerar a quienes piensan y se expresan distinto.

Pero esas son meras suposiciones. En la práctica, se ve que se siguen comportando bárbaramente y hacen de la agresión verbal, y en algunos casos hasta física, sus “métodos” para ganarle a sus adversarios.

Ya es común, que en los procesos electorales, salgan a relucir las “campañas sucias” a base de resaltar aspectos negativos, falsos o ciertos, de los rivales políticos. Hoy en día, las redes sociales han facilitado las cosas para ello. El anonimato o el uso de nombres ficticios, permite hacer pronunciamientos o señalamientos en contra de tal o cual personaje, sin correr riesgo alguno.

Se compruebe o no, los dichos, señalamientos, acusaciones, éstos ya circularon por todas partes. Los aludidos, ni tiempo, ni recursos, ni espacios tienen para tratar de dar su propia versión en cada caso.

A una descalificación, se agrega otra. Y ocurre, como advierten por ahí, que luego de repetir mil veces, una mentira, se convierte en verdad. Mínimo, se eleva al rango de leyenda urbana.

Esta incivilidad, la llevan los políticos a los cargos públicos. Al menos los que provienen de partidos distintos. Cierto o falso, los gobiernos de mayor nivel, restringen los recursos a los del nivel inmediato inferior. Por ejemplo, los federales a los estatales y estos a los municipales. No hay mucha diferencia.

La falta de madurez, les lleva a adoptar tales actitudes. La cuestión es llevarlos a condiciones difíciles, a acentuar las crisis que afrontan, para exhibirlos como pésimos administradores públicos. La civilidad política, no pasa de ser mero discurso oficial. 

Los políticos, luego del triunfo electoral, presumen que habrán de gobernar para todos los ciudadanos, independientemente de filiaciones partidistas. Lo cierto es que en la práctica, son selectivos. Favorecen a su “clientela política”, a quienes identifican como afines a ellos.

A quienes consideran que son de partidos políticos opositores al de ellos. Ni los ven, ni los escuchan y por lo tanto, ni los atienden.

El Gobernador panista, José Guadalupe Osuna Millán, se duele que el gobierno priísta de Enrique Peña Nieto, les redujo más de 204 millones de pesos, en el Fondo dde Acciones Múltiples, relativo a la estructura educativa básica.

Por su parte, los gobiernos municipales priístas, al menos los de Ensenada, Playas de Rosarito y Mexicali, se duelen de que el gobierno estatal panista, no les ha brindado el apoyo requerido y además, en materia de seguridad pública, ha desarrollado campañas para exhibirlos como ineficientes gobernantes, en la materia.

Así, mientras los jefes poliacos municipales aseguran que han logrado reducir los índices delictivos en sus jurisdicciones, los funcionarios estatales del ramo de procuración y seguridad pública, dicen todo lo contrario.

Esta semana, el alcale de Playas de Rosarito, Javier Robles Aguirre, no se aguantó más, y señaló que no existe coordinación entre la Secretaria de Seguridad Pública Estatal y la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

El hecho de provenir de partidos políticos distintos, los titulares de ambas instituciones, se la pasan “agarrados como perros y gatos”. Todo, en deterioro del nivel de seguridad pública.

Para ellos, así como para muchos otros más, la civilidad política, ni existe, ni es posible lograrla, toda vez que anteponen los intereses de sus respectivos partidos políticos.

A fines del presente mes, iniciarán formalmente las contiendas políticas. Se intuye, que lo que se ha visto hasta el momento, es poco, ante lo que se habrá de ver en los próximos dos meses. La campaña mediática del gobierno estatal panista, esa de “abre los ojos”, es solamente el anticipo.

Informes recibidos por el columnista, indican que en los próximos días, hasta acciones legales habrá de una parte hacia la otra. Como si la estrategia para ganar en los comicios del 7 de julio próximo, fuese el demostrar quienes son más corruptos y cochinos que los otros.

Aparentando ingenuidad, esta semana, en Tecate, el gobernador del Estado, José Guadalupe Osuna Millán, anunció que convocará a líderes de partidos políticos y sociales del Estado a establecer un pacto político y de civilidad.

Tal postura compromete a actuar en consecuencia. Aunque la civilidad política debe ser recíproca entre los diversos actores políticos. Los electores ya están hartos de simulaciones.

gil_lavenants@hotmail.com

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