Seguro Popular no funciona como seguro de gastos médicos

* Mientras el gobierno estatal trata de instrumentar innovaciones como la digitalización de huellas dactilares para hacer valoraciones médicas “inmediatas”, expertos médicos consideran que el Seguro Popular es un fraude. 
Por Daniel Del Puerto

Mientras el gobierno estatal trata de instrumentar innovaciones como la digitalización de huellas dactilares para hacer valoraciones médicas “inmediatas”, expertos médicos consideran que el Seguro Popular es un fraude, porque cubre, en el mejor de los casos, sólo 10 por ciento de las enfermedades comunes entre los Tijuanenses. Una parte de las novedades más recientes es la vertiente Consulta Segura y Enrolamiento, que inicialmente captará los datos de 328 mil 685 afiliados, que después serán utilizados en sistemas informáticos que –mediante un “semáforo”– indiquen el estado de salud de cada paciente en un momento determinado. Según la directora general del régimen de protección social de salud (Repss), Mirna Rincón Vargas, anuncio se han afiliado, reafiliado la consulta segura, donde se supera la meta que se tenía trazada de 300 mil trámites fijada en una proyección de un 109.56% cumpliendo la meta anual, pero la realidad que no ha sido suficiente. Aunque el Seguro Popular pretende en este fin de año alcanzar una cobertura nacional o universal, es decir, abarcar a todas las familias que no tienen derecho a ser atendidas en otras instituciones médicas, su protección está muy limitada, pues abarca de 5 a 10 por ciento de los padecimientos más comunes en la entidad. Consulta Segura y Enrolamiento tienen como propósito revertir la tendencia marcada en el sentido de que por años México se ha dedicado a curar y no a prevenir enfermedades, mediante un proceso tecnológico que permita agilizar las consultas, pero no servirá para elaborar diagnósticos médicos, ni mucho menos para indicar tratamiento, pues la función del novedoso programa sería sólo de orientación. Serviría, además, sólo para efectos de generar estadísticas. El Seguro Popular no cubre, por ejemplo, padecimientos cuyo tratamiento incluye estudios de tomografía o en los que se requieren trasplantes de órganos, como la insuficiencia renal; tampoco lesiones por arma de fuego o transfusiones sanguíneas. “En realidad no te protege prácticamente de nada, porque el Seguro Popular no funciona como un seguro de gastos médicos, además que abarca solo un 10 % de la población solo en Tijuana o en Baja California”, afirmó uno de los especialistas. En los últimos años, los gobiernos han cargado todo el peso de la salud pública al Seguro Popular, lo que provoca una sobresaturación en la demanda de servicios médicos, y los hospitales trabajan por encima de su capacidad, lo que automáticamente hace imposible la cobertura nacional o universal. Aunque a últimas fechas todos los recursos públicos disponibles se canalizan al Seguro Popular, se descuidan otros aspectos, y no se ha logrado lo que en un inicio pudo ser la principal intención, es decir, abrir las puertas para que las empresas privadas que se dedican al ramo de los seguros pudieran entrar “al mercado de la salud”, como en Estados Unidos. En tanto, se genera una sobredemanda de consultas y hospitalizaciones y, por ejemplo, el programa de enrolamiento en Tijuana iniciará al parecer durante la última semana de marzo o abril, sin un costo aproximado, sólo para algunas personas. En principio, se utilizará parte de los equipos que ya existen en los centros de salud y módulos del Seguro Popular para ahorrar en costos, además los servicios preventivos de manera gratuita a todas las colonias, para realizar la consulta segura, el registro de huellas dactilares, afiliación, reafiliacion consulta médica entre los otros servicios, va por debajo de la capacidad para una ciudad con más de 2 millones y medio de Tijuanenses. También se anunció que les solicitó a los beneficiarios que tiene vencida su póliza del seguro popular que acuda a reafiliarse a los módulos que operan en la entidad, porque de lo contrario perderán su derecho. El tiempo estimado que llevará digitalizar los datos de todos los afiliados al Seguro Popular es de más de un año, lo que variará conforme se sumen más personas a este sistema, y en Tijuana se ha planteado la meta de 300 mil consultas seguras. Otra de las disyuntivas que se avizoran con el esquema de enrolamiento es que la cifra puede variar, incluso, por aspectos de inseguridad en Tijuana, pues hay lugares en los que difícilmente se tiene acceso y el éxito dependería –en gran medida– de la respuesta de la gente. Las consultas dan margen a que los médicos inicien un proceso que consiste en valorar a los pacientes que se presenten en la clínica en aspectos básicos como peso, medición de glucosa, medición de presión arterial y, posteriormente, ingresar sus datos al sistema. En este sistema, en cuya analogía el color verde indica que el paciente goza de buena salud y, en caso de activarse la luz roja, se canaliza con un especialista, aunque “no es un diagnóstico, sino una valoración inicial del estado actual de salud de ese paciente”, lo que deja prácticamente en la misma situación al posible enfermo, porque no es un programa resolutivo, sólo preventivo. Cabe mencionar que el seguro popular es un instrumento creado para brindar protección financiera a todos los mexicanos, ofreciendo una opción de aseguramiento público en materia de salud a todas las familias y ciudadanos que por su condición laboral y socioeconómica que no son derechohabientes de las instituciones de seguro social.