viernes, 24 de febrero de 2012

Palco de Prensa: Hay que ser cochi…

Por Gilberto Lavenant
Dice un dicho popular que “…hay que ser cochi, pero no tan trompudo”. Esto, por aquello de que hoy en día, para donde quiera que se voltee, se escucha hablar de las cochinadas políticas. Y no hay ni de donde escoger, hay trompudos por doquier.




En Tijuana, la Síndico del XX Ayuntamiento, Yolanda Enríquez, revela que detectaron irregularidades en el manejo del Programa “Una Mano al Progreso”, del que tanto alarde hizo el exalcalde panista Jorge Ramos Hernández. El asunto no es cualquier cosa, de un padrón de 33 mil supuestos beneficiados, sólo encontraron 129 expedientes. Aparentemente andan “bailando” unos 45 millones de pesos.



Pero eso es solo una parte. A otro nivel, en el estatal, el diputado Juan Vargas Rodríguez, Presidente de la Comisión de Fiscalización de la XX Legislatura, advirtió que encontraron irregularidades en unas 27 dependencias, cuyos titulares ya no están en funciones y se les llamará para que las corrijan, aclaren o, como se dice comúnmente “que regresen…lo que se llevaron”.



Seguramente entre esas irregularidades, el diputado Vargas Rodríguez sumó aquellas a las que se hizo referencia el 27 el martes 24 de mayo del 2011, en el Comunicado 445 de la Dirección de Comunicación Social de la XX Legislatura Estatal, mediante el que se dió a conocer que “…La Comisión de Fiscalización del Gasto Público (CFGP) dictaminó 20 cuentas públicas relacionadas con igual número de entidades auditadas y decidió enviar a la Dirección de Control y Evaluación Gubernamental el manejo presupuestal del Gobierno del Estado correspondiente a 2009, debido a una serie de irregularidades”.



En el segundo párrafo, dicho comunicado señalaba que : “…La sesión en la cual se analizaron los respectivos manejos presupuestales fue presidida por el Diputado Juan Vargas Rodríguez quien sometió a análisis el Dictámen 112 correspondiente a la cuenta pública del Poder Ejecutivo del Estado del ejercicio fiscal del 2009”.



De entrada, el Comunicado 445 contenía una “noticia de ocho columnas”. Sobre todo, cuando en el tercer párrafo precisaba que : “El Organo de Fiscalización Superior del Estado, encontró plazas en horarios simultáneos, dentro de la plantilla de personal, especialmente en el sistema educativo estatal, obras liquidadas sin haberse concluido, pagos a constructoras con montos superiores a lo presupuestado y otras irregularidades previstas en el artículo 37 de la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público, y aunque se le aprobó el manejo presupuestal en sus cuatro vertientes : Ingresos, Egresos, Patrimonial y Deuda Pública, se turnó a la Dirección de Control y Evaluación Gubernamental para que aplique las sanciones que marca la ley”.



En su momento, el columnista apuntó que quienes recibieron y leyeron el Comunicado 445, seguramente imaginaron que al día siguiente, eso sería un escándalo. Eso de que la Comisión de Fiscalización del Gasto Público de la Legislatura Estatal, haya detectado serias irregularidades en las cuentas del Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, no era poca cosa. Sobre todo, por el tipo de irregularidades, tales como plazas en horarios simultáneos, obras liquidadas sin haberse concluido, pagos a constructoras con montos superiores a lo presupuestado y otras más.



Mínimo, se supuso, de inmediato don José Guadalupe Osuna Millán haría un pronunciamiento público, mediante desplegado o en conferencia de prensa, aclarando lo que fuese posible aclarar, o anunciando que los fucionarios que incurrieron en tales irregularidades, habían sido cesados en forma fulminante y quizás hasta irían a parar a la cárcel, porque las mismas implicaban la comisión de delitos como el peculado.



Pero, extraña o sospechosamente, no hubo noticia alguna en los espacios periodísticos de la entidad. Como si ningún medio noticioso hubiese recibido el Comunicado 445 de la Dirección de Comunicación Social de la XX Legislatura Estatal y por lo tanto, si no hubo nota al respecto, tampoco hubo necesidad de aclaración alguna.



En ese asunto la Legislatura Estatal hizo su trabajo. Revisó y dictaminó las cuentas públicas del Ejecutivo Estatal y el correspondiente dictamen lo remitió al órgano de gobierno facultado para darle seguimiento, corregir las fallas y sancionar a los autores. El área de comunicación, por su parte, emitió el Comunicado 445. El columnista aún conserva copia del mismo, como constancia de ello. Como prueba de que no es un invento.



Ahora resulta que al igual que con el Dictamen 112, relativo a las irregularidades detectadas en las cuentas del Gobernador, en otros 27 casos ocurrió lo mismo y nada se corrigió. A nadie sancionaron. Muchos de los responsables ya no cobran en las instancias públicas. Descansan tranquilos en sus casas.



En el caso concreto del Dictamen 112, ha transcurrido casi un año de su emisión. Lo que indica que si a nadie se ha sancionado, no se han hecho las aclaraciones correspondientes, las cosas se siguen manejando igual. O quizás peor. Que todo sigue siendo una cochinada en la administración pública.



Un comentario común entre los legisladores locales, es de que la flamante Comisión de Fiscalización del Gasto Público, de la Legislatura Estatal, y todos los órganos de control del gasto público, tanto estatal, como municipales, son mero parapeto, tienen un costo exagerado y no sirven para nada. En tanto que sus observaciones o dictamenes, sirven como simple papel sanitario, pues mejor deberían de desaparecer.



Pero cabe observar que esto no es privativo de las esferas estatales y municipales del gobierno. También a nivel federal se hacen cochinadas. En días pasados, todos los grupos parlamentarios representados en la Cámara de Diputados Federales, con excepción del PAN, obviamente, calificaron de corrupto, malo, caro, ineficaz, cínico, desastroso e irreponsable al gobierno de Felipe Calderón, en base a un informe presentado por la Auditoria Superior de la Federación.



Definitivamente, tienen razón, : “…hay que ser cochi, pero no tan trompudos”.

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