lunes, 30 de mayo de 2011

Palco de Prensa: No tiene la culpa…

Por Gilberto Lavenant
Todavía hay quienes se niegan a reconocer que el proyecto de militarización de mandos policiacos, está resultando un fracaso. En principio, dió resultados, cuando los delincuentes se apantallaron por la presencia militar. Incluso los propios policías. Conociendo la rígida disciplina militar y la dureza de sus acciones hacia el interior del ejército, pues se desconcertaron y optaron por someterse.



Pero al paso del tiempo, cuando ya cada quien se tomó medidas, cuando ya se conocieron y se percataron de que “el león, no es como lo pintan”, que observaron que los militares, en especial los retirados, son personas comúnes y corrientes, que ya liberados y lejos de la disciplina militar, son como cualquier ser humano y adolecen de las mismas debilidades, pues empieza a resurgir el relajamiento policial, los excesos.

Definitivamente, de que el proyecto de militarización está fallando, ni duda cabe. El asunto del “table dance policial” que salió a relucir en días pasado, muestra claramente que los policías ya no temen a sus jefes exmilitares, que todo indica que ya se apalabraron, que ya se pusieron de acuerdo y que ahora han vuelto a hacer lo que les viene en gana y que la corrupción, en todas sus manifestaciones, logró someterlos a los “hombres de verde”, que hicieron a un lado los conceptos del honor y rectitud y ya le entraron al relajo.

La falla alcanza hasta el mismo Secretario de Seguridad Pública Municipal, Gustavo Huerta Martínez, de quien ya varias voces reclaman su cese y de quien se dice es un mero remedo del controvertido Julián Leyzaola, en todos los aspectos. Simple remedo o un clón defectuoso. Por ahí va, más o menos.

Pues bien, a los “méritos” de quien cobra como máximo jefe policiaco en Tijuana, agreguen que, por soberbio, o ignorante e insensible, hace caso omiso cuando le reclaman atención a las necesidades de seguridad y vigilancia en diversas zonas de Tijuana. Una en especial, el campus universitario de Valle de Las Palmas.

Recientemente, funcionarios universitarios, de manera atenta, se entrevistaron con “Leyzaola II” y le plantearon sus serias preocupaciones por la falta de seguridad pública en donde se ubican las nuevas instalaciones universitarias y donde está desarrollándose una ciudad satélite con enormes perspectivas. Pero que no cuenta, ni con un solo policía que realice labores de vigilancia, para complascencia de los malandros.

Miles de estudiantes acuden, todos los días, a estudiar al campus de Valle de Las Palmas, enfrentando numerosos riesgos, porque las autoridades policiacas municipales, tanto de Tijuana, como de Tecate, que se disputan la zona, por intereses tributarios, no han tenido a bien considerarla para el otorgamiento de servicios de vigilancia. Ya ha habido asaltos y otros tipos de atracos. La zona está casi desértica.

Preocupados por esta situación, fue que los funcionarios universitarios solicitaron a Huerta que asignara a algunos elementos a vigilar la zona. Cualquiera podría pensar que el jefe policiaco, de inmediato dió respuesta positiva a la petición y asignó elementos suficientes, que brinden seguridad plena a los universitarios.

Pero resulta que no, como si fuese dueño de la “tropa”, cual si fuese una empresa privada de seguridad, les respondió que no podía asignar ni un solo elemento, pues la zona aún estaba en disputa, tanto por el gobierno de Tijuana, como por el de Tecate, y que en tanto no se defina a quien corresponde, no puede asignar ni un solo policía.

No tomó nota de la petición, no dijo a los solicitantes que haría una visita para conocer las condiciones en que se encuentran, para establecer un programa especial de vigilancia, para determinar cuántos elementos serían necesarios, para considerar la posibilidad de instalar una caseta de vigilancia y para informarle al Alcalde Carlos Bustamante a fin de contar con su apoyo e intervención.

Simple y sencillamente dijo que no podía prestarles el servicio de vigilancia, en tono aspero, seco, tajante. Hagan de cuenta que era el propio Leyzaola en persona.

Como que la Universidad Autónoma de Baja California no es una institución importante para el dizque Secretario de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Gustavo Huerta Martínez, que tal parece no le preocupa de manera alguna lo que piensa o diga el Alcalde Bustamante al respecto, ni tampoco lo que piensen y digan los miles de estudiantes universitarios que están requiriendo de servicios de seguridad pública, o lo que piensen y digan los padres de estos, que también pagan impuestos.

Si el citado jefe policiaco, se comporta tan indolente ante los reclamos sociales, y tolerante o solapador ante los actos de relajamiento y abusos de sus subordinados, pues no hay duda de que está percibiendo un sueldo que no devenga y por lo tanto se le debe exigir la renuncia. Que no pase algún incidente grave a los universitarios, porque seguramente lo linchan.

Que alguien le diga que el campus universitario sí está dentro de los límites de Tijuana y que sí es obligación de la dependencia a su cargo, brindar servicios de vigilancia y seguridad pública en esa zona.

Lo menos que podemos advertir, ante tales hechos, es que “…no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre”.


                                                                                  gil_lavenants@hotmail.com

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