miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mensaje del Lic. Carlos Bustamante Anchondo

TIJUANA.- Con un gran honor y con un sentido profundo de respeto a la responsabilidad constitucional que se me ha conferido, he rendido protesta junto con quienes, a partir de hoy, integramos el honorable cabildo municipal del vigésimo ayuntamiento de Tijuana.

Estamos aquí por la expresión de la voluntad poderosa del voto de los ciudadanos. Junto con nuestros Regidores, enfrentaremos los desafíos de este ejercicio de gobierno, con su respaldo, con su energía y voluntad de cambio.

Con una gran emoción saludo también la alegría de miles de ciudadanos que nos acompañan aquí, y a quienes están más allá de las paredes de este recinto.

A ustedes amigos Tijuanenses mi gratitud y compromiso, porque Tijuana nos necesita a todos, con la fortaleza de sus convicciones morales y la herencia de nuestra historia.

No somos un pueblo sin memoria!

Reconocemos los avances promovidos por los gobernantes forjadores de esta generosa ciudad.

¡Nos honra ese pasado que nos da fuerza para enfrentar los desafíos de hoy!

¡Por ellos!, ¡por la memoria y acciones de tantos hombres y mujeres de buena fe que han forjado Tijuana, hoy lo reafirmo: Seremos un gobierno honesto, siempre cercano a la gente.

Esto es lo que Tijuana necesita, reconocerse en su pasado para proyectar un futuro de bienestar, de progreso y de justicia social.

A partir de hoy gobernaré una ciudad fundamental para México, con una presencia formidable y reconocida por sus orígenes, por sus aportaciones a la riqueza nacional, pero sobre todo, por su desarrollo, por su cultura y la vitalidad de su gente.

Tijuana es el tercer municipio más poblado del país, y es uno de los principales centros económicos y financieros de México. Aquí está uno de los sectores más dinámicos de la industria, la innovación y el desarrollo tecnológico.

En este contexto prometedor, conmemoramos los 200 años del inicio del movimiento de independencia, y los 100 años del inicio de la revolución mexicana, pero también los 150 años de la gran reforma liberal.

Esto me motiva a compartir con ustedes la gran experiencia que nos ha dado la campaña política.

Durante esas semanas recogimos las principales preocupaciones y necesidades, pero también importantes propuestas e ideas sobre los principales temas que nos afectan:

La seguridad y el empleo;

La prosperidad y el desarrollo económico;

Los espacios públicos para la convivencia y el bienestar de nuestras familias;

La promoción de mayores oportunidades para las mujeres y los jóvenes en la vida económica, la educación, el deporte y la cultura, así como la atención a la población más vulnerable.

Al evaluar los diagnósticos que sobre estos temas hicimos durante la campaña, nos fortalece la idea de que los ciudadanos, con su voto, han hecho un llamado a la responsabilidad de gobernar con un sentido ético y sensibilidad social.

Han demandado con su voto un gobierno que esté cerca de la gente, que reconozca las demandas de crecimiento social de nuestras comunidades.

También nos han dicho que, tal vez hoy como nunca, los tijuanenses necesitan un gobierno que construya acuerdos, y sea un factor de equilibrio y diálogo entre los diferentes intereses legítimos y las visiones de nuestra ciudad.

Como ciudadano, no soy de la idea de que debemos erosionar las instituciones para hacerlas frágiles y después reinventarlas.
Nadie debe lamentar que la democracia sea posible.

Los tijuanenses queremos un gobierno que devuelva la confianza y seguridad, que garantice el patrimonio, fuentes de trabajo y convivencia pacífica de nuestras familias.

Porque Tijuana lo necesita, mi mayor responsabilidad con los tijuanenses será con su seguridad.

Que quede claro y de manera categórica:

No permitiremos que la delincuencia,
Ni el crimen organizado, estén nunca por encima de las instituciones del Estado!

En cambio, tendremos especial atención a las víctimas del delito. A ellos les daremos una atención oportuna, cálida y serena; que facilite la denuncia y responda a sus demandas.

De la misma manera, pondremos énfasis a los programas de prevención del delito, mediante proyectos que nos vinculen mejor con la comunidad.
La meta es muy clara: Tijuana debe tener una policía moderna, eficaz, equipada, tecnológicamente avanzada, con policías profesionales, que generen confianza y con estímulos para su desarrollo profesional y el de sus familias.

Para lograrlo, vamos a trabajar en estrecha relación con los gobiernos estatal y federal, fortaleciendo los esquemas de coordinación nacional de los cuerpos policiacos.

Comparto con ustedes, nuestro profundo agradecimiento a las Fuerzas Armadas de nuestra nación.

Gracias mi General Alfonso Duarte Múgica.

Con honor y dignidad los soldados y marinos de México, han sido fieles a su juramento a favor de la nación.

Como ellos que creen en los valores de nuestra nación, los tijuanenses lo decimos con firmeza: creemos en Tijuana y en sus instituciones.

¡Gracias soldados y marinos de México! ¡Tijuana cree en ustedes!

Durante décadas, Tijuana tuvo merecido reconocimiento como ciudad del empleo y el desarrollo económico. Sin embargo, en años recientes, se ha perdido el dinamismo que la caracterizaba.

Hoy, estimaciones basadas en cifras oficiales indican que el desempleo afecta al 6.6 por ciento de la población trabajadora, y si sumamos el subempleo, se supera al 10 por ciento de la población económicamente activa.

Más preocupante es, el hecho de que la gran mayoría de ellos, son jóvenes y adultos entre los 18 y 40 años.

Esto es inaceptable.
Para un gobierno responsable no puede haber desarrollo sin justicia, ni prosperidad que tenga sentido sin el bienestar de la comunidad.

Hoy, habitan en nuestra ciudad 160 mil personas en condiciones de pobreza. Esto significa que uno de cada 15 tijuanenses vive en condiciones de adversidad económica.

Esto es injusto. Tijuana siempre había sido una ciudad de oportunidades, y hoy existen cientos de familias a quienes les estamos negando las esperanzas de un mejor porvenir.

Como ustedes, creo que la mejor práctica de la ética política es la justicia social.

¡Vamos a jalar todos juntos para elevar el nivel de vida de los más pobres!

¡Y la mejor respuesta está en la inversión y en el empleo!


Durante la campaña, tuve la oportunidad de intercambiar impresiones con todos los sectores de la sociedad, con cada uno de ellos hice compromisos. Mis amigos empresarios nos manifestaron su interés para que juntos promovamos un clima de entendimiento que responda con eficiencia a las tareas del desarrollo económico.

Porque Tijuana lo necesita, no dejare de luchar junto con los Tijuanenses en el propósito de eliminar medidas que han demostrado lesionar la economía regional, como es el caso del SIAVE y el Control de Dólares.

¡No es la primera ocasión que el centralismo y el burocratismo pretenden estrangular la economía fronteriza!

Y ayer, como hoy, debemos mostrar el espíritu de unidad de los empresarios tijuanenses.

Por ello, los convoco a que juntos reforcemos las gestiones encaminadas a establecer en nuestra frontera, la Zona Económica Estratégica, porque quienes somos de aquí, y conocemos nuestra realidad, sabemos que es una medida que ha demostrado su viabilidad en el aprovechamiento de nuestras ventajas competitivas, en un mundo globalizado.

¡Ya es hora de que la experiencia y la sabiduría local se impongan a la ignorancia y a los caprichos de los escritorios centralistas de México!

Porque Tijuana nos necesita preparados y productivos, nuestra prioridad será el fortalecer la vinculación entre las universidades y tecnológicos con el sector económico, para ampliar la oferta de sus programas de estudios y diseñarlos en armonía con las nuevas necesidades estratégicas de la región.

Esta es una prioridad y preocupación que me ha acompañado siempre. La vinculación educación y empleo es la mejor estrategia para construir certidumbre de prosperidad para nuestros jóvenes y concurrencia con las vocaciones productivas de nuestra ciudad.

No puede haber mejor desarrollo que el sustentado en el núcleo familiar.

La complejidad social del mundo contemporáneo ha llevado a la familia a modificar sus formas de organización y participación.

Por ello en mi gobierno, la políticas públicas en esta materia, estarán orientadas a fortalecer en la familia los valores culturales que soportan su trascendente rol en la sociedad.




Estoy convencido que, el DIF es la institución con mayor sensibilidad humana del gobierno municipal. Aquí se atienden a los sectores más vulnerables de la sociedad, y ello nos obliga a una mayor responsabilidad con quienes más nos necesitan.

Las personas con discapacidad en Tijuana se estiman en más de 137 mil.
Son personas que vemos, pero no notamos.

Todos ellos son un activo social que hay que valorar.

Es necesario impulsar un mayor reconocimiento social a su condición, promoviendo que la infraestructura urbana se adapte mejor a sus necesidades, y ampliar las oportunidades para su pleno desarrollo.

Uno de los ejes estratégicos de la política social será la prestación de servicios integrados a la población adulta mayor, no sólo por ser indispensables para elevar su calidad de vida, sino para hacerlos protagonistas de nuestra comunidad.

La política social para la población en condiciones vulnerables, como son los niños en condición de calle, las madres solteras o las mujeres víctimas de la violencia, está pensada para estar cerca de la gente y sus necesidades.

Por ello impulsaremos acciones y servicios integrales, que den respuestas con calidad humana.

Ellos nos necesitan y ahí estaremos.

Las mujeres tijuanenses, son un símbolo de tenacidad, de perseverancia y de lucha por la ampliación de sus derechos.

Vamos a fortalecer todos los programas y acciones encaminados a este fin, no solamente aquellos que promuevan la equidad de género y las prácticas sociales que busquen su igualdad económica y jurídica, sino sobre todo, fortaleceremos aquellos que atienden a las mujeres en condiciones altamente vulnerables, y que padecen la violencia doméstica, la intimidación y la inseguridad jurídica.

Hoy, los jóvenes quieren un gobierno que entienda sus sueños e ideales, y que esté con ellos en sus ambiciones de empleo, prosperidad, educación, cultura, deporte y justicia social.

Por ello, y porque los jóvenes creen en Tijuana, nosotros debemos creer en nuestros jóvenes. Por esta razón, y ante su legítimo reclamo de una mayor presencia en la toma de decisiones, he propuesto la creación de la Secretaria de la Juventud.

Tijuana tiene una enorme vitalidad cultural, expresada en la gran pluralidad de las artes y manifestaciones culturales. Es una ciudad abierta, enriquecida por las tradiciones culturales de sus comunidades de origen.

De igual manera, el deporte tijuanense ha destacado a nivel regional y nacional.

Por ello la cultura y el deporte serán una de las grandes prioridades estratégicas de mi gobierno.

Estoy convencido de que muchos de nuestros problemas presentes no serían tan agudos, si se hubiera invertido en un ambicioso programa integral de educación, cultura y deporte.

Los problemas son muchos y variados. A los rezagos de pavimentación, se suman los de los espacios sociales como centros deportivos, culturales y áreas de convivencia.

Me queda claro que una de las principales demandas de los Tijuanenses, es la pavimentación adecuada de la ciudad.

El rezago es enorme, y de ese tamaño la necesidad financiera.

Ante las dimensiones de este reto, y pese a la enorme deuda con la que recibimos la administración, extenderemos todos nuestros esfuerzos y capacidades para avanzar en la pavimentación de calles en las colonias de nuestra ciudad.

El transporte en Tijuana también tiene grandes rezagos y requiere un programa urgente para su modernización.

Cumpliendo mis compromisos de campaña, en los próximos quince días, convocaré a todos los transportistas para que en una reunión pública, alcancemos los acuerdos que den certeza jurídica a sus rutas, concesiones y parque vehicular.

En los últimos 20 años nuestra región ha experimentado un crecimiento explosivo.

Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito están entre las ciudades de México con mayor dinamismo demográfico.

A partir de una visión compartida de nuestro desarrollo urbano, económico y social, he propuesto la creación del Instituto Metropolitano de Planeación como un organismo integrador, que atienda a la realidad de nuestra conurbación.

Estoy consciente de que recibo un gobierno con un enorme endeudamiento.

El nivel de pasivos contratados con la banca comercial y de desarrollo asciende a más de 2,000 millones de pesos, es decir, alrededor de 140 por ciento de las participaciones que en ingresos federales recibe Tijuana. Al día de hoy, el 100 por ciento de esos recursos están garantizando el servicio de dicha deuda.

Lo anterior, limita de manera muy significativa la capacidad de maniobra del Gobierno. Adicionalmente, la forma en la que fue contratada la deuda implica que los pagos fuertes de capital empezarán a exigirse “curiosamente” el primer día hábil de enero próximo.





En mi experiencia personal, por la administración de mis empresas, he aprendido cómo resolver los problemas financieros, haciendo uso de los mercados de manera responsable y eficaz. Habiendo identificado de forma general el problema de endeudamiento del Municipio, he instruido a que se inicie un proceso ordenado y transparente para refinanciar y/o reestructurar la deuda pública vigente.

El objetivo será el de contar con un servicio de la deuda adecuado, así como aumentar los márgenes de maniobra con los que cuenta Tijuana para promover el desarrollo de infraestructura y servicios públicos.

Por tanto, he decidido someter, en los próximos días, ante los Honorables Cabildo y Congreso del Estado, el acta y decreto que aprueben dicho reordenamiento financiero.

Asimismo, he instruido para que se realice una revisión a fondo de la naturaleza y procedencia de los pasivos no bancarios con los que se recibe la Administración. Lo anterior, con el propósito de tener una radiografía completa de la posición financiera del Gobierno.

En las próximas semanas habremos de anunciar las condiciones precisas que nos den claridad sobre el estado actual de las finanzas de Tijuana.

En este contexto anunciaré en los próximos días, el Programa de Estabilidad y Crecimiento, el cual incluirá, tanto políticas de consolidación del ingreso del ayuntamiento, como de austeridad en el ejercicio del gasto.
Me comprometí a disminuir el impuesto predial y lo cumpliré, sometiendo al cabildo y al Congreso del Estado, una iniciativa de decreto para incentivar a los propietarios de una sola casa habitación, siempre y cuando se encuentren al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones con el ayuntamiento.

El día de mañana también someteré a cabildo una iniciativa con objeto de extender hasta el 31 de diciembre de este año, el pago del impuesto predial sin multas ni recargos, inclusive a aquellos que correspondan al impuesto de adquisición de inmuebles y a cualquier otra contribución.

Previo a la elaboración y aprobación del Plan de Desarrollo Municipal en los próximos días presentaré un Plan de Acción Inmediata.



Esto es necesario, para garantizar el funcionamiento y operación de entidades responsables de atender las obligaciones básicas del Ayuntamiento, con el propósito de evitar se repitan las amargas experiencias del pasado, que han puesto en riesgo el funcionamiento de servicios tan importantes como la seguridad pública, la limpieza de la ciudad y el mantenimiento del equipamiento urbano.

Las condiciones en las que recibimos el gobierno nos obliga a ello.

No hay tiempo que perder, la situación nos exige actuar con rapidez, pero también con eficiencia.

No perderé el tiempo en protagonismos políticos ni retóricas vacías. Los ciudadanos exigen resultados y se los vamos a dar.

Porque Tijuana lo necesita, las bases de nuestro gobierno, serán la responsabilidad compartida, el diálogo, y la prudencia.

Hago un llamado a la responsabilidad de convocar a la sociedad pero también, a quienes habrán de servir a la ciudad.

Los digo con claridad: no habrá ni impunidad ni complacencia.

No toleraremos la corrupción, ni la insensibilidad social y la arrogancia de funcionarios presuntuosos.

En mi gobierno el que no sirva honradamente, se va!

Porque Tijuana lo necesita, nuestro gobierno será responsable y transparente. Rendiremos cuentas claras como una forma demostrar el uso correcto de los recursos públicos, en beneficio de la comunidad.

Seremos un gobierno responsable, que aspira a llevar siempre el respaldo de las miles de personas que creyeron en nuestra propuesta, y también en la madurez ciudadana, de quienes optaron por una opción política diferente, y que aceptan con civilidad el dictamen de la mayoría. Gobernaré con todos y para todos los tijuanenses.

Soy un hombre de la frontera, acostumbrado a enfrentar los retos con el temple que me enseño mi padre, para superar cada nuevo desafío, y convertirlo en oportunidad.

Provengo de una familia que ha echado sus raíces en esta tierra generosa, y ha creído en esta ciudad para formar en ella a sus hijos y crearle espacios de trabajo y desarrollo. Fue mi padre quien me enseñó el valor del trabajo y la responsabilidad de regresarle a nuestra ciudad lo que ella tan generosamente nos ha dado.

De mis Padres heredé la convicción de que hay que creer en Tijuana, para hacer de esta ciudad generosa, un ejemplo de desarrollo y prosperidad para México.

¡Creo en Tijuana, porque creo en mis orígenes y porque aquí crecí con el ejemplo de muchos Tijuanenses, de mi familia, mis maestros y mis mejores amigos!
Tijuanenses, lo digo con pasión y convicción:

¡Llevaré mis tareas a cabo como el mayor esfuerzo de mi vida!

Porque Tijuana nos necesita a todos, y todos creemos en Tijuana!

Muchas gracias

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