domingo, 24 de octubre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Las ingenuidades
Por Gilberto Lavenánt

Ha sorprendido, a propios y extraños, el hecho de que una jovencita, Marisol Valles, de solo 20 años de edad, haya asumido el cargo de jefe de policía, en un pequeño poblado del Estado de Chiuahua, una de las entidades más flageladas por la violencia provocada por el crimen organizado.
Pero quizás lo que más ha soprendido, de este hecho, es que las propias autoridades chiuahuenses lo hayan permitido, sabiendo las difíciles condiciones en las que se encuentran.

El poblado de Praxédis G. Guerrero, es cabecera del municipio del mismo nombre, colindante con el fronterizo Río Bravo, y cuyo Alcalde fue asesinado en Junio pasado. Es uno de los principales pasos de droga y migrantes hacia Texas. De ahí pues el alto índice de violencia.

Se dice que Marisol fue nombrada jefe de policía del poblado, porque nadie más quizo el puesto. Aunque tiene nula experiencia en la materia de seguridad pública, tendrá a su mando 19 uniformados, y lo único que tiene a su favor es que estudia criminología.

Otra cosa que ha sorprendido a todo mundo, es que el jefe de policía estatal, le ofreció escoltas, pero ella rechazó el apoyo, pues dijo que su tarea no será la de combatir al crimen organizado, sino recuperar la tranquilidad en los espacios públicos. Más de 2,500 personas han sido asesinadas este año en la zona de Valle de Juárez, donde se localiza este pequeño poblado.

Esto, es más que una aberración, algo así como un suicidio, pues la violencia generada por el crímen organizado, no se combate con actitudes ingenuas o con rezos. Los criminales no se frenan ante mujeres, niños o simples buenos deseos.

Y no se sabe si en el caso de esta jovencita, o es muy valiente, o es exageradamente ingenua, además de ignorante. Ojalá que no se tenga que lamentar su muerte en un tiempo corto.

Los responsables de la tarea de velar por la seguridad pública, a nivel nacional, o en el caso específico de Chihuahua, deberían entender que no es correcto arriesgar o exponer a personas de buena fé, carentes de experiencia y conocimientos suficientes sobre este tema, solamente porque éstas acceden a participar en tareas de tan alto riesgo, o porque no hay nadie cerca que los acepte.

Esta observación no implica que para combatir a delincuentes, se debe ser un delincuente, bajo la advertencia aquella de que ¨para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo¨, pero sí está demostrado que al frente de las corporaciones policiacas se requieren individuos de carácter fuerte, enérgicos, además de probada experiencia.

Hace algunos años, aquí en Tijuana, un jóven abogado, excelente persona, de muy buenos pensamientos, accedió a ser designado director de la penitenciaria estatal de La Mesa. Al no ceder ante los ofrecimientos y amenazas, para otorgar privilegios o facilidades a los reos de alta peligrosidad, poco tiempo después de haber iniciado sus funciones, fue arteramente asesinado frente a su domicilio particular.

Ha habido muchos casos que pueden ser narrados, de cómo la ingenuidad de los protagonistas o víctimas de ellos, les ha llevado a perder la vida ante criminales sin escrúpulos, despiadados, desalmados. Incluso se ha sabido de casos en los que no obstante que determinado servidor público ha recibido amenazas mortales, no ha recibido apoyo especial, y en un determinado momento, cuando se encuentran en su vivienda o en algún sitio de reunión pública, es salvajemente asesinado.

Lo grave de esto es que sigan prevaleciendo las ingenuidades, que muchos de los funcionarios responsables de las tareas de seguridad pública, sean tan ingenuos, que piensan que es posible aminorar la violencia, si se habla con respeto, con palabras agradables, a los delincuentes.

Sin que esto tampoco signifique que se deba violentar los derechos más elementales de todo aquel que parezca criminal, porque entonces seguro es que pagarían justos por pecadores, es importante que la labor policial, sea atendida por personas de carrera, que hayan asimilado capacitación suficiente, enérgicos. No por jovencitas, ingenuas e inexpertas, como Marisol Valle. Aunque sean muy bien intencionadas.

A propósito del tema de seguridad pública, deben saber que, al menos en Playas de Rosarito, el jefe de ésta área, no será militar. El nombre se deja en reserva. Que conste

gil_lavenant@hotmail.com



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