viernes, 24 de septiembre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* “El trampitas”
Por Gilberto Lavenánt

Las leyendas urbanas, son los rumores populares que se dan casi por ciertos, que aunque quizás nunca se acredite su veracidad, son “verdades urbanas” que se transmiten de boca en boca. El problema es que, hasta en tanto nadie demuestre lo contrario, se dirá que efectivamente ocurrió lo que se dice o propala y además, cada quien le agregará un poco.

Una de estas leyendas urbanas, es la que circula profusamente en estos momentos en la capital del Estado, Mexicali, en la que aparece como protagonista principal, un individuo a quien identifican como “El trampitas”. Por algo será.

Su nombre es Enrique Acosta Fregoso, diputado local, priísta. Se cobija bajo la sombra del Senador priísta, Fernando Castro Trenti. Podría decirse que “no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre”, pero en este caso también aplica aquello de que “el alumno superó al maestro”. Dicho en otras palabras, se dice que “El trampitas”, es más “diablo”, que el “diablo”. Y eso es mucho decir.

Cuentan, los que propalan esta leyenda urbana, que Enrique Acosta Fregoso, a quien también describen que ha actuado “como un chivo en cristalería”, a partir del 4 de julio, en que el PRI triunfó en los comicios y obtuvo mayoría en el Congreso del Estado y las cinco Alcaldías de Baja California, se ha dedicado a cometer todo tipo de tropelías.

Que “El trampitas”, se atrevió a presionar a Magistrados que atienden asuntos jurídicos en los que el priísta tiene interés, reclamando resoluciones favorables, bajo la velada advertencia de que pronto formaría parte del Tribunal Superior de Justicia del Estado, como Magistrado o Consejero del Consejo de la Judicatura.

Se dice que bajo el supuesto de que habría 9 vacantes de Magistrados, y otras tantas de Consejeros, dichas posiciones se empezaron a rematar al mejor postor. Que los precios oscilaban entre 80 a 90 mil dólares cada una. Que en algunos casos se cubrieron anticipos, que luego se tuvieron que devolver a los interesados.

Que junto con esto, también se ofertaron posiciones de nivel medio y otras más de confianza, que podrían otorgarse a partir de que los priístas fuesen mayoría en la Legislatura Estatal.

Que esto llegó a oídos del Gobernador del Estado y que se manejó como un secreto a voces en el Tribunal Superior de Justicia del Estado. Que esto fue lo que originó lo que posteriormente se conoció como la traición partidista, suscitada en la Legislatura Estatal, en donde apareció como protagonista principal la diputada priísta “ednita” Pérez Corona.

Que efectivamente esto fue una negociación, pero bajo el razonamiento de que, de los males, el menor, que prefirieron negociar con Hank Rhon, antes que ceder ante las amenazas de gentes como “El trampitas”, identificadas con el Senador priísta, Fernando Castro Trenti.

Que Osuna Millán resolvió negociar con Hank, porque el no hacerlo ahora, sería tanto como aceptar y tolerar que el Poder Judicial del Estado se convirtiera en un botin político, que de una forma u otra, afectaría las condiciones de gobernabilidad de Baja California, pues este se convertiría en un mercado sobre ruedas, donde la justicia se vendería al mejor postor.

Por eso la reforma constitucional que prácticamente implicó reconocer la inamovilidad de los Magistrados, hasta llegar a los 75 años de edad, echando por tierra las pretensiones de los priístas de poder disponer de tales posiciones, para negociarlas al mejor postor.

Que esto implicó también la designación de los priístas, Andréz Garza Chávez y Carlos Enrique Jiménez, identificados con Hank Rhon, pero lejos de la tutela de Castro Trenti, y sobre todo, fuera de la manipulación de Acosta Fregoso.

Que en ningún momento estuvo de por medio el sometimiento de los tribunales, como condición por parte del Gobernador Osuna Millán, sino más bien, resguardarlos o “blindarlos”, para ponerlos a salvo de las intenciones de “El trampitas”.

Que prueba de todo ello es que los priístas ya interpusieron un amparo, para tratar de dejar sin efecto la elección, designación o imposición de Garza Chávez y Jimánez Ruiz, como Consejeros del Consejo de la Judicatura y que el texto del escrito inicial de demanda de garantías, prácticamente es una copia del que tiempo atrás utilizó Enrique Acosta Fregoso para combatir la designación de un Magistrado Electoral, que le resultó infructuoso y del cual se prometió proporcionar una copia al autor de Palco de Prensa, este mismo fin de semana.

Por el momento, en tanto se recopila información al respecto, que confirmaría al detalle el contenido de esta leyenda urbana, cabe observar que “cuando el río suena, es que agua lleva”. Lo cierto es que “El trampitas”, es el personaje de moda en la capital del Estado.


gil_lavenant@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario