sábado, 25 de septiembre de 2010

COLUMNA: Cicuta

*Oremos *Chamaqueados
Por Jaime Flores Martínez

Oremos
Decidido a pasar a la historia como “el súper -policía” de Tijuana, al teniente coronel Julián Leyzaola Pérez le importa menos que una lenteja las acusaciones que pesan en su contra por abusos y tortura. La autoestima de Leyzaola se ubico al nivel del cielo al recibir el espaldarazo del gobierno municipal ante la recomendación emitida en su contra por la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) el 19 de agosto. Heriberto García, titular de la PDH, preciso que Leyzaola es responsable de serias violaciones a los derechos humanos y tortura en contra de civiles y agentes policiacos.
Y aunque el procurador subrayo que esa recomendación fue meticulosamente documentada, el alcalde Jorge Ramos estimo que detrás del pedimento de destitución, se encontraban evidentes intereses políticos. Al estar convencido de su propia argumentación, el alcalde rechazo de un tajo la petición de cesarlo. Más allá de eso, hace apenas un par de semanas, empleados de corporaciones extranjeras vinieron a Tijuana a cepillar las alas de su Ángel de la Guarda. Personal (que no los titulares) del FBI, ICE y de la procuraduría de California reconocieron en una grotesca ceremonia la labor del actual secretario de seguridad pública de Tijuana.
Seguramente esos cortesanos extranjeros, desconocen que mas allá de la recomendación de la PDH, un total de 58 locatarios de “Swap Meet’s” de Tijuana solicitaron hace unos días la intervención de Kyung-Wha Kang, Alta Comisionada Adjunta de Naciones Unidas para Derechos Humanos. Los comerciantes dicen en un documento signado por todos ellos, denuncian constantes violaciones de Leyzaola a sus derechos humanos. En el relato de hechos, refieren que han sido acosados, intimidados e incluso privados de su libertad “por caprichos personales y políticos de este sujeto, que con hostigamiento y persecución nos ha estado perjudicando en nuestras actividades comerciales”.
Al margen del texto entregado a Cicuta, los afectados dicen que Leyzaola acostumbra presentarse para intimidarlos. Les dice que su mercancía es ilegal y se los lleva presos. Si bien algunos de ellos pudieran incurrir en la comercialización de artículos ilegales, en todo caso la Policía Municipal no tiene facultades para efectuar esas revisiones.
En el quinto párrafo del documento en cuestión, los inconformes señalan que “este sujeto argumenta que es el súper-policía a quien no le importa violentar los derechos constitucionales ni jurisdiccionales de gobierno”. Añaden que Leyzaola les ha advertido que “acabara con todos nosotros que vendemos ropa y artículos usados y de electrónica, pues para él somos delincuentes”. Incuestionablemente indignados por los abusos cometidos contra ellos, afirman que “ninguna autoridad en el municipio o el Estado de Baja California ha hecho algo por impedir tantas violaciones a nuestras leyes y constitución.
Aunque no lo dicen textualmente, los comerciantes vulnerados entregan la petición a la Alta Comisionada Adjunta de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, porque ya no confían en los organismos mexicanos. Nadie, en su sano juicio, se explica porque el gobierno municipal rechazó la recomendación de la PDH con tanta ligereza, ni tampoco entienden como la Comisión Nacional de Derechos Humanos se observa tan lenta en su actuación. Para colmo, la Procuraduría de Justicia del Estado parece estar decidida a darle carpetazo a las denuncias penales presentadas contra Leyzaola por el delito de tortura y por las recurrentes violaciones a los derechos humanos.
Mas allá de eso, se observa la actuación de la autoridad estatal, la cual analiza la posibilidad de nombrar a Julián Leyzaola como posible director de la ”Policía Única” en Baja California, al momento de oficializarse. Dios nos ampare.
Chamaqueados
Muy lastimados quedaron los panistas bajacalifornianos con la “lección” que les dio el senador Fernando Castro Trenti, con respecto al tema del control de dólares. El pasado miércoles, el dirigente panista en Tijuana Rodrigo Robledo Silva, dejo salir el berrinche panista ante el desempeño mostrado por Castro Trenti, también conocido como “el Diablo”. Robledo lanzo sus dardos envenenados al especular sobre “los intereses que protege el senador priista”. Claramente molesto porque Castro Trenti “les comió el mandado” , los panistas aventaron a Robledo en su intento por defender lo indefendible.
Recordemos que el gobernador José Guadalupe Osuna Millán respaldo en todos sus términos la medida implementada por la Secretaria de Hacienda para limitar los depósitos en dólares. El mandatario estatal desoyó las protestas de los empresarios y comerciantes.
La autoridad paso de largo ante los desesperados intentos de los empresarios, quienes pagaron carteleras por diversos rumbos de la ciudad para precisar que el control de dólares era “el tiro de gracia” para la economía local. Al paso de las horas y los días, se dieron cuenta que su voz no sería escuchada por la autoridad estatal.
Evidentemente desesperados, los miembros de la Iniciativa Privada voltearon su mirada hacia Castro Trenti, quien de inmediato “cachó el tema” y –desde la tribuna del Senado--lo capitalizo ante las autoridades hacendarias. Alguien debe decir que desde entonces, los empresarios de Tijuana dejaron de atender a la autoridad estatal y decidieron poner su atención en Castro.
Y no se trata de aplaudirle al Diablo por sus innegables habilidades políticas. El asunto es resaltar la sobrerreacción panista al saberse “chamaqueados” por el único senador de oposición en Baja California. En un gesto que le acarrea mas criticas que reconocimiento, el doctor Robledo tronó contra Castro Trenti. Desde su posición como dirigente blanquiazul, salió a criticar al Diablo porque no tenía otra alternativa: Robledo entiende que Osuna Millán quedo mal en este tema, sin importarle que la opinión pública recibió un mensaje muy claro: Robledo actuó con el hígado y no con el cerebro.
Comentarios: cicuta45@gmail.com

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