lunes, 19 de julio de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Y siguen las “diabluras”
Por Gilberto Lavenánt

La historia no se completa, si nada más apuntamos lo que hizo “el diablo”, si, el Senador priísta Fernando Castro Trenti, para dominar a los aparentemente valientes y rebeldes candidatos electos a Alcaldes de los cinco municipios de la entidad. Sino se advierte lo que presuntamente habrá de ocurrir en los próximos días, o lo que es lo mismo, cómo es que se presentará l panorama político priísta, si siguen las “diabluras”.

Recuerden que en un intento de rebelión, ahora frustrado, los futuros alcaldes anunciaron públicamente que el suyo había sido un triunfo ciudadano, no político, y que no requerían de intermediarios para establecer su relación con el Gobernador panista José Guadalupe Osuna Millán.

Pero como vino el “cuasi” Presidente de la República, por parte de los priístas, el Senador Manlio Fabio Beltrones, quien los puso como “lazo de cochino” y públicamente, y también en privado, les advirtió que no eran tan autónomos como pensaban y que no se mandaban solos, pues ahora tendrán que rectificar y aclarar, que todo fue una confusión, que no quisieron decir lo que dijeron y que, aunque sea un pecado, se someterán a los “deseos” de “el diablo”.

Total que los nuevos Alcaldes quedaron como los menores de edad cuando se casan. Legalmente se emancipan, o sea se liberan de la patria potestad, que los somete a la autoridad y mando de sus padres, pero tratándose de la disposición de sus bienes inmuebles, o sea de casas y terrenos, tienen que recurrir a sus padres, o a las autoridades judiciales, para que les otorguen el permiso correspondiente.

Los nuevos Alcaldes, bajo la ”Ley Beltrones”, quedarán reducidos a la calidad de políticos menores de edad o a la de mini-alcaldes. Se “casaron” con Tijuana, pero cuando deseen hacer citas con el Gobernador Osuna, para dialogar o negociar, no podrán hacerlo en forma personal y directa, sino que tendrán que recurrir al “jefe” Beltrones, por conducto de “el diablo”. En el menos peor de los casos, “el diablo” jugará el papel de “chaperon”.

Quizás Beltrones tiene razón, al fin y al cabo es “colmilludo” para eso de la política. Advirtiendo la novatez e inegnuidad de los nuevos Alcaldes priístas, prefiere no dejarlos solitos. No vaya a ser que pierdan la “virginidad” política ante los panistas y contraigan compromisos difíciles de cumplir. Más vale prevenir que lamentar, seguramente ha de decir.

Pero lo más grave de todo esto, no es que a los Alcaldes priístas, se les haya declarado en “estado de interdicción política” –así se llama la figura jurídica, que se aplica en caso de que un individuo tenga incapacidad mental o física para valerse por sí mismo- y en atención a lo cual carecen de facultades para contraer obligaciones o de hacer valer sus derechos ante los panistas, y solo podrán hacerlo por conducto de su “tutor”, el “diablo” Castro Trenti, sino que ahora quedan a su disposición para el reparto de posiciones. Y para cualquier optra cosa, también.

Si hasta antes de esto, el “diablo” se basaba en su audacia personal para reclamar posiciones, pues ahora, con la intervención de su “padrino” Beltrones, con todo cinismo recorrerá los cinco municipios para imponer a sus allegados. Y los futuros Alcaldes, tendrán que ceder y abrir espacios para los “recomendados” de Castro Trenti, si es que no se quieren enfrentar a nuevos regaños como el de estos días.

El “poder” de Castro Trenti será, como dicen por ahí, plenipotenciario. El poder tras cada uno de los Alcaldes. Quien mandará poner o quitar. Quien dará consignas, sugerencias o recomendaciones. A quien tendrán que consultar antes de tomar cualquier decisión. Incómoda la posición en que estarán en su gestión de tres años y de la que solo podrán liberarse “por motivos de salud” y mediante licencia que les permita dejar el cargo de manera temporal, pues los puestos de elección popular no son renunciables.

Con esto, Castro Trenti preparará la infraestructura política que requiere para contender por la gubernatura estatal en el 2013, cuyas aspiraciones ya reveló, para que todos entendieran que cualesquier cosa que haga, será en ese sentido. Todo un cacique político. Falta ver qué tanto lo aguantan y si los priístas bajacalifornianos se someten, o se rebelan.

Si quieren identificar indicios de todo esto, esperen a que, por ejemplo en el caso concreto de Tijuana, el Alcalde electo, Carlos Bustamante Anchondo, anuncie la lista de los integrantes de su equipo. Si en la lista aparece, por ejemplo, Alcides Beltrones, hermano de Manlio Fabio, o Christian López, ahijado de Manlio Fabio, o Francisco Castro Trenti, hermano de “el diablo”, no quedará duda alguna de que el “mandón” de la política priísta tijuanense lo será el Senador Fernando Castro Trenti.

Y dadas tales circunstancias, por el momento, aquí solo habrá de dos sopas, o dos grupos de priístas : los que están con el “diablo”, si es que, irónicamente, pretenden “llegar al cielo”, mediante las “diabluras” de Castro Trenti, y los que se resistan a “vender su alma al diablo”, y se resignen a quedar relegados o marginados, en espera de nuevos tiempos.

Aunque, como en política nada se puede predecir, las cosas pueden cambiar, conforme se defina el panorama político nacional y se determine si en la contienda del 2013 participa Hank Rhon. Algunos quizás piensen que ambos personajes, al final de cuentas ambos se llaman Jorge, aunque con personalidades distintas, son casi lo mismo.

A los priístas habría que recomendarles que sigan “rezando” y que cada vez que vean al “diablo”, aunque sea en silencio, de inmediato empiecen a decir : “cruz, cruz, cruz, que se vaya el “diablo” y que venga….”, quien sea, pero que no sea tan “diablo” como Castro Trenti. Aunque esta no sea una “cadena”, envíen la recomendación a los priístas de todo el Estado. Sobre aviso, no hay engaño.

gil_Lavenant@hotmail.com

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