viernes, 2 de julio de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* A solo unos días…
Por Gilberto Lavenánt

A solo unos días de los comicios del 4 de julio, fecha en la que se celebrarán elccciones en más de 10 entidades federativas, sobre todo para gubernaturas estatales, y que se han considerado como antesala de los comicios federales del 2012, en que habrá de llevarse a cabo la sucesión presidencial, al Presidente Felipe Calderón se le desmorona el país en las manos y al Partido Acción Nacional se le escapa el poder.

En ambos casos, irónicamente, precisamente, por no poder gobernar, por no ser capaces de establecer las condiciones para la recuperación social, política y económica de los mexicanos. La ineptitud es evidente. La frivolidad con la que se conducen es repugnante. Los panistas, son iguales o peores que los priístas. Lo del cacareado cambio, solo resultó ser “una gata revolcada”. Nada más.

Dicen por ahí, los defensores a ultranzas del panismo, que criticar a los panistas, es convertirse en aliado, afin o cómplice de los priístas. Callar o guardar silencio, por no correr el riesgo de tan ligera y desleznable acusación, es, por el contrario, solapar pillerías, ineptitudes, excesos, frivolidades y tantas cosas negativas de quienes gobiernan. Es tanto como darle la espalda a los mexicanos todos. Aplaudirlas, es vergonzoso, indigno.

Para esos que “ladran”, defendiendo a “sus amos”, habría que decirles que debería darles vergüenza adoptar actitudes cobardes, en tanto que lanzan piedras desde el anonimato, y eso es una cobardía, en lugar de reflexionar y reconocer que las cosas andan mal, que el anhelado cambio, no llega, no por culpa de los priístas, sino por culpa de los propios panistas que son los que están en el poder, pero que al llegar a este, no han sido capaces de manejar el barco y darle el rumbo adecuado y necesario, sino que se han dedicado a hacer negocios, para amasar fortunas, antes de que sean desplazados.

Por ello, más que por otra cosa, el país está al borde del precipicio. El fantasma de una dictadura, anda rondando por todos los rumbos del país. La ingobernabilidad es evidente. Hagamos un recuento, a grandes razgos, de las penurias e incidentes serios que se viven, a solo unos días de los comicios del 4 de julio.

El asesinato del candidato priísta a la gubernatura de Tamaulipas, fue algo así como “la gota que derramó el vaso”, que resalta el alto nivel de inseguridad que se vive y de la infructuosa guerra anticrimen del gobierno calderonista. A Felipillo le está pasando lo que al director técnico de la selección nacional de futbol, que pregonaba, cual supuesto héroe nacional, que ya habíamos pasado de la era del “si se puede” a la era del “sí se pudo”, pero que luego de la derrota, tuvo que reconocer su fracaso y súbitamente fue borrado del panorama nacional. Aguirre se retiró “como perro apaleado y con la cola entre las patas”.

Lugo del asesinato del priísta Torre Cantú, Calderón no solo ha tenido que reconocer su fracaso, sino que además ya prepara su retiro. Dice, frustrado, que dentro de poco él ya no va a estar, pero que la situación de inseguridad va a continuar. Posiblemente seguirá los pasos de Javier Aguirre. Seguramente.

Sin embargo, hace desesperados esfuerzos por rendir las mejores cuentas posibles a su partido en los comicios del 4 de julio, tratando de que la inminente derrota en la contienda por la Presidencia de la República, no sea tan estrepitosa. Los propios panistas reconocen la difícil situación en la que se encuentran y saben que pronto perderán el poder y volverán a ser oposición, donde hicieron su mejor papel, y que no debieron abandonar nunca.

Esto ha obligado a Calderón a adoptar medidas extremas, de carácter totalmente electoral, como eliminación de cargas fiscales, a cambio de obtener el aparente respaldo del sector empresarial en esta crisis de gobernabilidad y ha tenido que reclamar respuestas similares a sus aliados, como la maestra Gordillo. Cree que el hambre, la miseria, se cura por decreto. Pero lo hace para salvarse él y su partido, no para salvar a los mexicanos.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, también ha tenido que entrar de emergente en la cancha calderonista, tratando de salvar del fracaso al equipo panista. Primero responsabilizó a más de una docena de funcionarios públicos, por la tragedia de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, y luego tuvo que rectificar, para librar de sospechas y acusaciones al Secretario de Comunicaciones y Transportes, Molinar Orcasitas, que se perfila como su candidato a la Presidencia de la República. ¡Qué vergüenza..!

Lugo, después de 4 años de encierro, ordena la liberación de varias personas detenidas y acusadas por hechos ocurridos en San Salvador Atenco, Estado de México, a principios del 2006, al determinar que eran insuficientes las pruebas en su contra. A solo unos días de los comicios del 4 de julio, no es coincidencia. Es claro el uso de la “justicia”, para fines electoreros.

A solo unos días del 4 de julio, la titular de la fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales, la famosa Fepade, presentó su renuncia al cargo, para permitir que se designe a un funcionario “más cercano al paradigma de políticas públicas” que pretende el presidente Felipe Calderón. Dicho en otras palabras, quien desempeñaría el papel de árbitro en estos comicios, seguramente no aguantó las presiones y consignas presidenciales, que en todo caso han de haber sido favorables a los panistas y desfavorables para los rivales.

A base de componendas y negociaciones oscuras, por una parte, y campañas sucias, además de reglas amañadas, Calderón trata de que su partido salga lo mejor librado en estos comicios del 4 de julio, como antesala de las elecciones presidenciales del 2012. Y todavía hay quienes defienden lo indefendible. Seguramente ha de estar buena la paga.


gil_lavenant@hotmail.com

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