domingo, 18 de abril de 2010

"Caoschella"

Por Jorge Morales Almada (la-Ch.com)
COACHELLA, California.-
Entrar al Coachella Music and Arts Festivals es un desmadre. Primero por los 300 dólares que cuesta. Segundo porque está "sold out". Y tercero por el desquiciante tráfico y las tres horas y media de fila para poder estacionarse.

Bien podría llamarse el "Caoschella".
"Pero vale la pena", dijo El Panch, un guerrero tijuanense que a pesar de no tener boleto ahí andaba bien bailador en medio de una nube de humo con sigular aroma a yerba verde.
Las presentaciones de bandas como Aterciopelados, Calle 13, Zoé y Babasónicos, le dan el toque latino al festival.
Por todos lados se escuchaban voces en español. "Vamos al Mojave, ahí se va a poner chingón", dicen un par de paisanos sobre el escenario donde se presenta Fever Ray.
No falta el que trae su camiseta de las Chivas del Guadalajara o la de Messi del Barcelona. Los mexicalenses que en el estacionamiento toman cerveza Tecate. El que viajó desde la Ciudad de México y que también entró de gorra.
Muchos fanáticos han hecho hasta lo imposible para poder estar presentes en el festival, como Ricardo De la Torre y sus cinco amigos, provenientes de Zacatecas, que se tomaron una semana de vacaciones y gastaron un dineral para asistir.
"Vale la pena, porque estos festivales están bien locochones", dice el joven De la Torre que por los tres días de festival pagó 300 dólares. "Vamos a regresar bien pobres, pero ya luego veremos, ahorita a disfrutar".
Hasta un grupo de güeros que viajaron en auto desde la bahía de San Francisco llegaron cautivados con la idea de ver a los boricuas de Calle 13 que el viernes abrieron la participación latina, pero se quedaron con las ganas por el tráfico tres horas de Los Ángeles a Coachella más otras tres horas de espera para poder estacionarse.
"Es absurdo, si ya tienen tantos años haciéndolo, cómo es posible que haya tanta desorganización", dice uno de ellos que para calmar su molestia ycalorsito le da un largo trago a la Coors Light.
Además, otro toque latino es la gente que atiende a los más de 150 mil personas que triplican la población regular de este pequeño poblado ubicado a unas 130 millas al este de Los Ángeles.
Durante el primer día del festival el sitio lució abarrotado, con buena dosis de música alternativa como de The Whitest Boy Alive, electrónica como la de Deadmau5, rock ochentero como el de Echo and the Bunnymen, rap como el de Jay-Z, y hasta el punk de los legendarios de Public Image Limited (PIL).
El tipo de la Coors Light, ya más relajado luego de empinarse el bote y apretarlo fuerte con la mano, no le queda de otra más que agregar: "Pero vale la pena, es uno de los mejores festivales".

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