sábado, 27 de febrero de 2010

COLUMNA: Expediente Político

Por Alfredo Calva
* En el pueblo de Nuncapasanada



Ya que el alcalde Hugo Torres Chabert, es dado, y bastante, a cambiar nombres. A Playas de Rosarito, ya que no pudo mutilarlo y dejar solo el simple vocablo de Rosarito, debería intentar ahora rebautizar al municipio como el Nuncapasanada, así es, de acuerdo a la perdida (de extravió, para aquellos que les zumba rápido la testa) percepción que este tiene del acontecer diario en esta bella y sufrida ciudad.

Diré el por que, en cada foro en que el primer edil aparece, su cantaleta es la misma, el chip ya enfado a Sirios y Troyanos, bajo el tenor de que, a disminuido un 21 por ciento la inseguridad, con los trabajos de pavimentación se están generando empleos, las acciones que llevaran a efecto los lideres de los sectores productivos sacaran a Rosarito del marasmo y profundo hoyo en el que se encuentra, que todo lo anterior es cuestión de meses, que su trabajo de promoción turística en el vecino estado de California, empiezan a rendir frutos, que los americanos ya asoman el rostro, que empiezan a confiar en la seguridad que existe en todo el municipio, que la actividad inmobiliaria vislumbra su repunte (esta memez es de su vástago), etc.

El estribillo tiene un pequeño inconveniente (a parte del rechazo de quienes lo escuchamos diariamente), en cada uno de los sectores que el alcalde ha indicado que esta de maravilla, resalta y resulta un líder que lo contraviene (ya hasta creo que lo hacen solo para hacer que se arrugue por los berrinches), casos para ejemplificar sobran, pero como reza el refrán popular “para muestra un botón basta”, el desmoronamiento de las alegres estadísticas sobre el combate a la inseguridad, realizada por el dirigente de los comerciantes, Jesús de Galilea, que desde hace meses ha señalado la falta de atención y trabajo por parte de la policía municipal, para inhibir los robos y asaltos a las negociaciones de sus agremiados, eso sin mencionar los hurtos a casas habitación, de automóviles, a transeúntes, etc., lo que pone en entredicho las estadísticas de Hugo Torres Chabert, cifras por cierto, avaladas por el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, Ricardo Moreno.

La realidad es una, el Rosarito que describe en sus ajadas monsergas Torres Chabert, solo existe en su mente, en su burbuja de cristal, en ese universo en el que se encerró desde el primero de Diciembre del dos mil siete, el Rosarito real, es otro, el verdadero Rosarito se encuentra en un caos político, de seguridad, social, económico y cultural, la esperanza para los ciudadanos del municipio mas joven de Baja California es solo una, que transcurra el tiempo rápidamente (si eso es posible, y no es utopía) y arribe el 30 de noviembre del presente año y con ello concluya esta administración, que por mucho, ha sido la peor en la corta vida municipal de Playas de Rosarito.

Que así sea.



3 comentarios:

  1. excelente reportaje y muy atinado, felicidades Calva, no hay mas ciego que el que no quiera ver. Los politicos se pierden en su mitomania, se creen dioses cuando no soy mas que ratas. y el pueblo apa?? que se joda!

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  2. demencia senil es lo que padece Hugo Torres y la mayoria de su gabinete

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  3. Muy bien, Ing. Calva, ora si echese un tequilita, nomas no se vaya a hacer pipi.

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