martes, 2 de junio de 2009

El Campito, un ejemplo para muchos

PLAYAS DE ROSARITO.- ¡Vaya sorpresa! Pulcro, brillante y organizado, funciona el Centro de Rehabilitación “El Campito”, ubicado en el Ejido Primo Tapia, al sur de Rosarito.

La profesionalidad con que funciona es causa de admiración pues solo es necesario entrar al lugar para respirar un aire de orden y disciplina y sobre todo, mucha tranquilidad.
Los pisos parecen espejos de tan brillantes y limpios que están, a pesar de estar hechos con pedazos de losetas, trabajo artesanal realizado con sus propias manos.
De igual manera, el área de enfermería, peluquería, su centro de recreación o gimnasio, su sala de psicoterapia, los muebles como literas, fueron elaborados con sus propias manos, mientras que otras adquisiciones son resultado de donaciones desde la administración de Antonio Macías Garay.
En este espacio que transmite tranquilidad, se logra la recuperación de los adictos, mismos que en poco tiempo son rescatados de las drogas y son integrados a la sociedad con una renovada actitud y hasta con una carrera que les permita trabajar dignamente.
Lo cierto es que el “Campito del CRREAD”, cuenta con un salón de computación, donde les instruyen cómo usar, desarmar y componer los equipos de cómputo.
Este centro cuenta con 170 internos, algunos de ellos salen a trabajar para la manutención de ellos mismos y regresan por las tardes a su bello y tranquilo hogar; un lugar que cuenta incluso con vista al mar que podría ser valuada en “un millón de dólares”.
Desde su fundación, el Director del Centro, Antonio Morales, nunca bajó la guardia y su sueño se realizó con unos cuantos internos en el año de 1996. En esa época recogían piedras y arena hasta que con grandes esfuerzos se logró construir la gran obra que sigue vigente al continuar en su incansable reto de combatir las adicciones.

Adolescente fue a dar al bote por golpeador
Jorge Luis García García, un adolescente de 15 años de edad, fue puesto tras las rejas por abusar físicamente de unos niños, que terminaron con varios hematomas en la cara y cuerpo.
Sus víctimas se llaman Luciano Enrique Cruz Veraza de 7 años y Saúl Leonel Estrada Veraza de 10.
El primero presenta una lesión visible en la cara a la altura del pómulo mientras que el segundo, también fue agredido en la cabeza.
El violento jovencito fue reportado a las autoridades, que lograron capturarlo cuando caminaba sobre la calle Río Panuco de la colonia Aguaje de la Tuna.

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