miércoles, 22 de octubre de 2008

Masacran cobardemente a joven por asalto

TIJUANA.- Un adolescente muerto y otro herido por armas de grueso calibre, fue el resultado de un asalto perpetrado anoche a una pizzería por dos sujetos encapuchados que finalmente no se llevaron ningún botín.

Faltaban unos minutos para que diera la media noche, cuando la pizzería Domino´s ubicada en la Multiplaza de la ruta Independencia, fue escenario de un brutal crimen.
El gerente de la negociación, Jesús Inzunza López de 21 años, precisó que al lugar llegó una camioneta Cherokee roja con vidrios polarizados y sin placas de circulación, de donde descendieron los mercenarios.
Los dos tipos –dijo-, traían los rostros cubiertos pero aún así se podía apreciar que eran jóvenes, como de entre 20 y 25 años.
Cada uno traía un arma larga al parecer AK-47 conocidas como “cuerno de chivo”, y sin más exigieron a todos los empleados que se tiraran al piso advirtiendo que se trataba de un asalto.
Todos obedecieron menos José Alfredo Salazar de sólo 17 años de edad. El miedo lo paralizó a decir de sus compañeros de trabajo, siendo herido de muerte en tres ocasiones por uno de los sujetos.
Otro de los empleados Oscar Armando Carvajal Castellanos de 20 años, también fue lesionado por el otro hombre armado, dejándolo herido de la pierna izquierda a la altura de la rodilla.
En ese estado, se le exigió que le entregara todo el dinero de la caja, pero explicó que prácticamente habían hecho corte por lo que en la caja no había dinero, solo 30 pesos de sus propinas.
Al no haber botín, los sicarios apelaron a la fuga en el vehículo con rumbo desconocido.
Al lugar llegaron los paramédicos de la ambulancia 151 de Cruz Roja procediendo a trasladar de inmediato a la clínica 1 del Seguro Social a Oscar Armando para que recibiera atención médica, y en el caso de José Alfredo confirmaron que ya se encontraba sin vida.
Las autoridades competentes acudieron al lugar instruyendo el levantamiento del cuerpo. A la escena del crimen llegó la madre del jovencito muerto, quien no podía dar crédito a su tragedia, de haber perdido a su hijo cuando él lo único que estaba haciendo era trabajar como cocinero.Al momento del atraco, uno de los criminales vestía camisa color café, pantalón de mezclilla azul y el otro traía camisa a rayas.

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